Cuando llegue a Caracas en 1971, no entendia lo que me hablaban, quizas los caraqueños hablaban muy rápido, me conseguí un departamento tipo estudio en el mismo edificio donde me habia conseguido mi trabajo, yo vivia en el primer piso (que en realidad era el segundo piso, porque al primer piso, que tenia la puerta a la calle del edificio, le llamaban Planta Baja).
Me compre una cama, una cocina y una refrigeradora, para empezar, luego me compre una mesita de ratan con 4 sillas haciendole juego. Durante las horas de oficina yo era feliz, mis compañeros eran bien lindos, mi jefe, un Sr. norteamericano, era muy buena gente, lo mismo su esposa y sus dos adorables chiquitos, un hombrecito y una mujercita. Mi dia se me pasaba tan rápido, entre el trabajo y el buen humor de mis compañeros yo era feliz. Pero a las 5 de la tarde, cuando todos nos íbamos a nuestras casas, la soledad me agobiaba, y me sentia tan sola, que sin querer, me estaba convirtiendo en una llorona. Asi que decidí comprarme una televisión, la cual prendia tan pronto ponia la pata en mi apartamento. La bulla me acompañaba, a veces veia a Joselo, que era un comico venezolano super famoso, yo me reia de las cosas que hacia, pero casi no entendia lo que decia. Me tomó un tiempo entenderlo y reirme con todo lo que decia, seguramente con el tiempo, mis oidos se acostumbraron al modo “ametralladora” que los venezolanos hablaban, ¡tan rápido!
Pero a medida que empecé a entender el hablar tan caribeño de los venezolanos, descubrí que había un grupo de caraqueños que hablaban con un cantito dulce, precioso, el cual no me cansaba de escuchar. El Dr. Rafael Caldera que era Presidente de Venezuela en esa época,hablaba con ese cantito, lo mismo el Dr. Arturo Uslar Pietri, a quien veia todos los fines de semana en la TV del estado, donde nos contaba sus historias maravillosas, lo tenia. El abogado de la empresa donde trabajaba, el Dr. Sotillo, tambien lo tenia. Años después cuando iba a adoptar a mi hija, me mudé a un apartamento más grande y mi vecina era mi querida y recordada amiga Maria, (QEPD), ella tambien tenia ese canto tan elegante y dulce. Entonces llegué a la conclusión que, probablemente, en la Caracas antigua, las familias importantes habian hablado todas asi, que casualidad que todo el que todavia conservaba el cantito eran de familias importantes venezolanas. Desgraciadamente, el cantito que tanto me gustaba, se ha ido perdiendo a través de los años y las generaciones. He tratado muchas veces de imitar ese cantito, pero nunca he podido, pero todavia cuando pienso, lo escucho en mi cabeza.
Otras de las cosas que me intrigaban era la palabra coroto, muchas veces la escuchaba, pero no sabia que era, por ejemplo decian “agarre mis corotos y me fuí”, asi que una vez le pregunté a uno de mis compañeros de trabajo que era un ‘coroto” y todos se atacaron de la risa, Gladys, me dijeron, un coroto es “cualquier cualquier cosa que no sabes como se llama ó no quieres decir que es”. Me contaron que hubo una vez un presidente venezolano que vivia en Paris con toda su familia, y que al haber sido escogido presidente, se habia traido toda las pertenencias de su casa de Francia hacia Venezuela por barco. Cuando llegaron sus cosas, les gritaba a los cargadores, “tengan cuidado con mis Corots” (resulta que Corot era un pintor famoso de Francia, y el Sr. presidente tenia varios de sus cuadros en su colección de obras de arte). Pues de esa mudanza salio la palabra ”coroto”, desde allí cualquier cosa en Venezuela, es un coroto.
Finalmente les quiero contar mi historia del Metro de Caracas. Este gran proyecto lo empezó el Dr. Caldera, la primera etapa seria desde el centro de Caracas hasta Chacaito en el este. Cuando inauguraron el metro, creo que dieron por un mes pasajes gratis, asi que un fin de semana, mi amiga Maria sus dos hijos, su nieta Maria Isabel, quien era la amiguita de mi hija y ambas tenian como 3 añitos), nos fuimos en mi carro hasta Chacaito, parqueamos el carro en una calle y caminamos hasta la entrada del Metro. Que diferencia, arriba habia un tráfico infernal, ruidos, vendedores ambulantes, gente por miles comprando en las tiendas, en cambio abajo, todo era perfecto, el Dr. Caldera no escatimó costos, todo era limpio, precioso, aire acondicionado, musica suavecita, obras de arte de conocidos escultores y pintores por todos lados. Como dijeron en un artículo del diario El Nacional, arriba es un mercado de cualquier sitio del mundo, abajo es Londres, con su gente culta, todo ordenado y limpio. Y efectivamente, creo que, con el tiempo, la gente cansada del bullicio, al salir del trabajo se iba a ir a ‘descansar” al Metro para llegar a su casa de buen humor.
Pero fijense como son las cosas de los Gobiernos, los planes de estirar el Metro hasta Petare, el gobierno que vino después del Dr, Caldera, no siguió el proyecto. Antes de venirme a California, vi al Dr. Caldera en un aviso de TV diciendo “ muchos gobiernos piensan en ellos y en los planes que tienen, ninguno va a terminar algún proyecto, si el que lo empezó es del otro partido. Si los Adecos, hubieran terminado los planes que dejamos para el Metro, yo estaria hablandoles desde la estación de Petare, sin embargo, como fuí yo quien empezo el proyecto, ellos lo abandonaron” . No creo que Chavez ó Maduro hayan terminado el Metro,¡ lo único que han terminado esos malvados es a su país!
9Mariu Carcovich, Julia Roura Rosello and 7 others
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