martes, 3 de agosto de 2021

La coqueteria y salero de la mujer latina

 He estado mirando los Juegos Olimpicos, (los que ponen en la TV norteamericana que siempre se trata de cuando USA son ellos los que juegan). En una de esas oportunidades, vi sin querer, una carrera femenina de 100 metros con barreras.  Primeramente nunca he sido muy deportiva,quizás sea porque cuando era chica y viviamos en Chosica, cerca del parque, mi hermano estaba jugando  futbol con sus amigos, y mi mamá me pidio que corra al parque y lo llame para que venga a almorzar, al llegar al borde de la cancha le grite “Ivan, dice mi mami que ya está el almuerzo” y me cayo un pelotazo en la cara, que me hizo caer el suelo y llorando me levante y sali corriendo para mi casa y mi hermano detras de mi. Desde ese dia, quizás,  me “traumé’ contra los deportes ( mentira, la verdad es que soy bien floja).


Bueno, siguiendo con mi relato de las chicas corriendo y saltando, no conocia a ninguna de las que estaban corriendo, sólo puedo decir cuanto las admire, corriendo y saltando las barras, para mi pensé,  que si  yo estuviera corriendo,  en la primera barra que hubiera querido saltar, y se me hubiera enredado en las piernas,  y hubiera caído, y las otras chicas que venian detrás de mi se hubieran caído encima mio y uo mei hubiera quedado llorando, como cuando llamé a mi hermano a almorzar.


Al terminar, les hicieron una entrevista a la norteamericana y a la de Puerto Rico, no le puse mucha atención a la gringa, pero me quedé sorprendida al ver a la chica de Puerto Rico que fué la ganadora, y que se llama Jasmín Camacho-Quinn. Me pareció tan bella, tan salerosa, con tanta  coquetería. Mientras todas las chicas estaban con la cara lavada y, las que tenian pelo largo se habían hecho una simple cola de caballo. Jasmin, se había peinado con un moñito y tenia una especie de coronita de florecitas en la cabeza, estaba toda maquillada, hasta se había puesto pestañas postizas. Quizás,  ella presentía que se iba a ganar la Medalla de Oro y se preparó para la entrevista de la TV, y para que la vean bonita en Puerto Rico.


Yo le hubiera dado 2 Medallas de Oro, una por ser una gran atleta, y la otra por su entusiasmo y por ser tan salerosa y coqueta, como somos todas las mujeres latinas.  Mi madre vivió hasta los 103 años y nunca la vi despeinada, ni sucia, ni desordenada. Que yo recuerde, mi mami, se levantaba como si fuera a salir de compras, siempre bien peinada, con su collar de perlas, tacos  y su boquita pintada.  Si por alguna razón tenía que meterse en la cocina, ella tenia sus mandiles super coquetos.  Tan linda mi madre, que pena que yo no he salido igual, me arreglaba cuando volaba (y me mandaba 3 horas en la peluquería, peinandome y haciendome las uñas, que era una obligación de APSA. Debo agregar, que desde que deje de volar, sólo voy a la peluqueria a cortarme el pelo, ¿y las uñas? Cortitas como de monja, asi nunca me las tengo que pintar). 


Luego cuando empecé a trabajar en Venezuela, siempre me vestía bien para la oficina y la misa del domingo, pero después andaba con mi blue jeans y mis camisas sueltas y mis zapatillas de deporte.  Y asi he pasado mis años hasta ahora. Me arreglo la cara un poco, para no asustar a la gente que tenga que mirarme, pero la verdad es que tampoco me esmero mucho, porque ya estoy vieja y no me importa lo que nadie piense. Jaja


Sin embargo, admiro a las mujeres que siempre están bien vestidas y arregladas, demuestran respeto por ellas y por los demás. No me van a creer, pero he visto señoras en el super mercado con la pijama puesta. Que verguenza,  algunas hasta vienen al mercado con sus hijitos, todos tambien en pijamas.¡Francamente, me dan ganas de decirles ¡Hey,  se olvidaron de la cama!



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