viernes, 22 de junio de 2018

Antarqui (cuento)

Antarqui (cuento)

Dice la leyenda que hace muchisimos años, en lo que ahora es el territorio peruano, vivia unas gentes que eran salvajes, se vestian con hojas de árboles, y cuando hacia frio con pieles de animales. Vivian en cuevas. Nunca se bañaban, y no tenian ni la más mínima idea de lo que era trabajar. Al ver todo esto el dios Sol, y su esposa Luna, se pusieron muy tristes, y quisieron darle una oportunidad a esa gente y enseñarles a comportarse como seres humanos, y les enviaron a dos de sus hijos, Manco Capac y su esposa Mama Ocllo. Un buen día la pareja salió del Lago Titiaca con las instrucciones de su padre el Sol, de ayudar a esos salvajes a portarse como hombres de bien. El dios Sol le dió una varita de oro a Manco Capac y le dijo “vayan caminando por esas tierras y donde les guste los sitios que visiten, traten de meter esta varita en la tierra, donde se llegue a hundir, allí construiran la capital del Imperio de Tahuantinsuyo.

La pareja caminó y caminó, por dias y meses, y en ningún sitio que les gustaba, se hundia la varita de oro, hasta que llegaron a este sitio donde se hundió, y entonces ellos supieron que allí tenian que construir la capital del imperio. Le pusieron a este sitio tan especial el nombre de “Cusco” que en el idioma quechua, significa “ombligo”. Yo averigué en “Google” cual es la distancia desde el lago Titicaca hasta Cusco, y es nada menos que 388 kilometros. Es decir que la pareja camino largo y tendido hasta llegar al sitio indicado.

Al llegar al Cusco, encontraron a la gente salvaje, que los miraban sorprendidos de verlos tan diferentes a ellos, Manco Capac traia el pelo corto, el cual se trasquilaba con unas navajas de pedernal, Este proceso de cortarse el pelo debió ser bien fastidioso y doloroso, porque ellos no tenian tijeras. También tenia unas oreja enormes, (por eso los españoles cuando llegaron al Perú, y vieron a los nobles del imperio, les pusieron de nombre de los “orejones”). Ustedes han visto que las chicas y las señoras de nuestro tiempo, se hacen unos agujeritos en el lóbulo de las orejas para ponerse los aretes, pués bien, Manco Capac y los nobles del imperio se hacian huecos en el lobulo de la oreja y se metian unos pedazos de madera redondos que hacian que el hueco de sus orejas sea más grande , y luego se ponian otro pedazo de madera más grande, y otra más grande, hasta que el lóbulo de la oreja era enorme y colgaba de la oreja. Esto daba la impression que la persona tenia una orejota. En esos huecos del lóbulo, los Incas se amarraban cintas de colores. Por otro lado, cuando Manco Capac y su esposa llegaron, a lo que iba a ser la ciudad del Cusco, estaban vestidos elegantemente con ropa de hilo, adornada con plumas de muchos colores, los pobres salvajes nunca habia visto tanta belleza.

Entonces la pareja les dijeron a los salvajes que, venian enviados por su padre el dios Sol. Manco Capac, iba a ser el primer Inca (que significaba Rey) y les iban a enseñar a cultivar la tierra, a tener rebaños de animales que les dieran carne y leche y pieles para hacerse abrigos, también les enseñaría a hacer casas, y templos, tambien vasijas y platos y demás cosas para vivir majo Su esposa Mama Ocllo, les enseñaria a las mujeres a hilar para hacer telas y hacerse buena ropa, también les enseñaría a tejer y a como cuidar y alimentar a sus hijos. Poco a poco, se corrió la voz que estos principes que habian llegado, estaban cambiando las costumbres de la gente y ahora estaban viviendo mejor, asi que los otros pueblos salvajes venian para que a ellos también les enseñen a vivir mejor.
Manco Capac y Mama Ocllo fueron buenos gobernantes y maestros, cuando iban a visitar los pueblos salvajes, nunca llevaban armas, más bien les hablaban con cariño, como lo hacen los padres a sus hijos, y poco a poco el imperio fué creciendo, no sólo en gente, sino también en extensión. Cuando Manco Capac murio, dejo a su hijo Sinchi Roca de Inca y el hijo siguió el ejemplo de su padre cuidando de su pueblo, en total fueron 13 Incas todos descendientes de Manco Capa y Mama Ocllo que mandaron en el Imperio de Tahuantinsuyo.

A medida que avanzaba el imperio en territorio, iban conectando los pueblos por medio del “Camino del Inca”, éste camino llegó a ser larguisimo desde Quito en Ecuador hasta el rio Maule en Chile. No sé cual fué el Inca que pensó en crear a un regimiento de jovenes corredores, para que corrieran de pueblo a pueblo por el “Camino del Inca”, llevando mensajes urgentes. A estos jovenes les llamaban “Chasquis”. Todos tenian que saber correr largas distancias, también tenian que tener muy buena memoria para aprenderse los mensajes que enviaba el Inca, porque los Incas no tenian escritura , asi que los jovenes debian aprenderse de memoria lo que Inca queria decir en sus mensajes. No tenian escritura , pero sin embargo, tenian un método de contar mediante unos cordones donde ellos hacian nudos de colores, estos cordones se llamaban “kipus” y dependiendo de los colores y los nudos, ellos apuntaban, por ejemplo, cuantas personas vivian en un pueblo, cuantos habian nacido, y cuantos habian muerto. Estos kipus los enviaban al Inca, donde los caporales del Inca, llevaban toda la información de la población del imperio. También llevaban cuentas de las cosechas que habian tenido en un mes ó un año. Como verán, los kipus eran una forma muy buena para llevar la contabilidad del imperio.

Como las distancias eran muy grandes, en cada ciudad habia un puesto, llamado tambo” donde habia un chasqui listo para salir corriendo hasta el proximo tambo, mientras el que acababa de llegar, descansaba. Como verán era un tremendo esfuerzo que estos muchachos ponian en su trabajo. Yo pienso, por ejemplo, que si uno de los chasquis no se memorizaba bien el mensaje del Inca, cuando llegara a destino, a lo mejor le pasaba lo que nos pasa a nosotros cuando jugamos al “telefonito”, que de tanto pasar de boca en boca, al final el mensaje termina siendo completamente diferente al verdadero mensaje. Tremendo problema tendrian, ¿verdad?

Uno de esos jovenes chasquis se llamaba Suray, cuando el Inca lo escogió para ser su chasqi, todo su pueblo se puso muy orgulloso de el, porque era un gran honor ser mensajero del Inca. Suray estaba muy emocionado cuando fué escogido, y se prometió a si mismo que seria el méjor corredor de mensajes del imperio. El muchacho estaba casado con una linda chica y tenia un hijito que se llamaba Antarqui que tenia como 4 añitos. Antarqui sabia que el trabajo de su papá era correr, y el queria ser igualito que su papá y también correr llevando los mensajes del Inca. Asi que asi chiquitito, se ponia a correr dentro de su casa. Luego empezó a correr alrededor de su casa, y finalmente terminó corriendo en parte del Camino del Inca que estaba cerca de su casa.

Cuando su papá llegaba de llevar los mensajes del Inca y pasaba unos días con su familia Antarqui le enseñaba a su papá lo rápido que sabia correr y Suray se ponia muy orgulloso de su hijito. Pasaron los años y Antarqi que ya tenia 12 años, pensaba que ya estaba listo para correr como chasqui. Cuando se lo dijo a su papá y le pidió que lo llevara a ver al Inca a ver si lo tomaban a el también. Suray pensaba que era demasiado joven, pero tanto insistió que se lo llevo al Camino del Inca a probar que tan buen era corriendo su hijo. Era un día de invierno y hacia frio, asi que la mamá de Antarqi le puso el poncho que ella misma le había hilado y tejido de muchos colores. “abrigate bien hijo” le dijo, y se fueron Suray y Antarqui a correr. “Vamos a ver que tal corres” le dijo Suray a su hijo. Y empezaron ambos a correr. Sin embargo, a pesar que Antarqui corria bien rápido, su papá lo ganaba en velocidad. Entonces Antarqui le dijo a su papá “ Yo creo que el poncho, no me está dejando correr bien, las puntas de mi poncho estan moviendose mucho”. “agarra con tus manos las cuatro puntas” le dijo su padre y éste obedeció y mientras agarraba las puntas subia los brazos. Entonces pasó algo incredible, al agarrar las 4 puntas inferiores del poncho y subir los brazos, el poncho se infló y empezo a subir y subir como un globo. “papá, papá, gritaba Antarqui, y ahora que hago?”. “Baja los brazos lentamente, pero no sueltes las puntas de tu poncho” le grito su padre. Al hacer esto, Antarqui empezo a bajar. Cuando ya estaba en tierra, Antarqui empezo a saltar todo entusiasmado. “¿Puedo hacerlo de nuevo, si?”. Su papá que todavia estaba sorprendido con lo que habia pasado, le dijo “No, otro día será, ahora no” y tomandolo de la mano, caminaron hacia su casa.

“Ya era hora que llegaran” les dijo la mamá de Antarqui “¿que tal corrió”, le pregunto a su esposo. Antarqui todo entusiasmado le contesto “ mami, yo volé como un condor por el cielo” “¿que? no me asustes” grito. Suray le contó lo que habia pasado y le pidió que, cuando pueda, le cosa las 4 puntas inferiores del poncho de Antarqui.

Al otro dia Antarqui con su poncho puesto, que ya le habia cosido su mama, fué donde su papá para pedirle volver a tratar de volar nuevamente. “ya mi mama me cosió las puntas del poncho, asi que no tengo que agarrarlas con mi mano” dijo. “Esta bien vamos, pero si por alguna razón vuelas nuevamente, no quiero que vueles muy alto” le contesto. Y salieron nuevamente al Camino del Inca. Entonces Antarqui empezó a correr y enseguida empezo a elevarse, “jajajaja”, se reía Antarqui “papá estoy volando, estoy volando”. Ya sabes, le gritó su papá, “no subas los brazos que te vas a ir para arriba. Si quieres ir para la derecha, baja el brazo derecho y sube el izquierdo. Si quieres ir a la izquiera, baja el brazo izquierdo y sube el brazo derecho, recuerda que para bajar, tienes que bajar los dos brazos, pero bien despacito”. Y por allí se fué volando Antarqui como un pájaro. Todo era tan distinto viendolo desde arriba, cuando subia un poco, inmediatamente bajaba los brazos lentamente empezaba a bajar de altura. Su padre lo miraba sorprendido, “seguramente el Inca, lo vá a tomar como un chasqui enseguida, tan pronto lo vea volando”, pensó. Luego dió un silvido y con el brazo le indicó a Antarqui que bajara.

Al otro día, Suray y Antarqui con su poncho puesto, fueron al palacio del Inca, a preguntarle si tomaría a Antarqui como su chasqui volador. El Inca no podia creerlo “¿Es verdad que este niño vuela? No puedo creerlo, a ver enseñame como lo haces” dijo. Salieron a los jardines del palacio y Antarqui empezó a correr, subiendo sus brazos, y empezo a ganar altura, cuando estuvo bastante alto, bajo los brazo rápidamente y como una lanza les pasó al Inca y a su papá por encima de la cabeza y subiendo los brazos nuevamente agarró viada mientras subia. El Inca, no podia creer lo que acababa de ver. El papá de Antarqui dió un silbido y Antarqui empezó a bajar. Cuando estuvo en tierra, el Inca entusiasmado le dió un abrazo. “Serás mi chasqui de emergencia” dijo.

Y asi fué como Antarqui empezó su carrera de chasqui volador. Sin embargo, fué una carrera de sólo duro 4 años, Antarqui empezó a crecer, y aunque probaron con otros ponchos más grandes, a medida que crecia, también ganaba de peso. Hizo dietas, y ejercicios, pero ya estaba muy grande y muy pesado que ya no podia volar, asi que cambió el vuelo por la de correr como los otros chasquis, y como era muy buen corredor, hizo muy buen trabajo. Mientras tanto, el papá de Antarqui, sigió su oficio de Chasqui y tuvo una carrera larga y muy honorable, cuando se retiró, el Inca le dió el título de “general de chasquis” y le dió una pensión muy generosa que le permitió vivir muy comodamente por el resto de sus días.

domingo, 17 de junio de 2018

La Casa


Hace unos días vi un documental en la televisíon del Estado de una señora cubana que nos hablaba de su vida y de su casa.

La historia empieza, tocando la puerta de una casona localizada en la Habana, barrio del Vedado, abre una señora de unos 80 años y nos hace entrar. Y nos empieza a contar que cuando se casó con su esposo, antes de Fidel ( la cámara apunta hacia una fotografía donde aparecen ella y su esposo recien casados) debo decir que ambos estan guapísimos en la fotografia. Nos contaba la señora, que cuando se casaron, ya habia muerto la mamá de su esposo, y el vivia con su papá y su hermana, por lo que el le pidió que en lugar de vivir en algún lugar separado, fueran a vivir a su casa, ya que su padre y su hermana se sentirían muy solos sin ellos. Asi que ella aceptó, y desde que regresaron de su luna de miel, habian vivido en la casa de la familia, donde su esposo nació y creció.

Cuando llegó Fidel la situación de la familia cambio, debido a que el suegro ya estaba retirado y el esposo que era ingeniero, a pesar de que tenia su propio negocio, empezó a tener problemas porque cada día se le hacia más dificil conseguir contratos para construir algo.

Asi fue pasando el tiempo y ellos que habian sido una familia importante en Cuba, fueron pasando penurias. Cuando ella le dijo a su esposo “porque no nos vamos a USA?” el esposo le dijo que” el nunca abandonaria a su padre y a hermana”, asi que se quedaron. Un buen día murió su suegro, y más adelante tambien murio su cuñada. Ella y su esposo se quedaron solos. Volvió ella a decirle "vamonos a USA” y el le contestó, “aqui en esta casa nací y aqui moriré”, y se quedaron.

En el año 2012, el esposo murió de un ataque al corazón y ella, que nunca pudo tener un hijo, se quedó solita. Sus hermanas de Miami la invitaron a que las visite aunque sea por un mes, y ella entusiasmada arreglo todo para irse, le encargo la casa a unos amigos, para que se la cuidaran mientras se iba a visitar a sus hermanas, pero una semana antes de partir, cambió de idéa y no se fué a ningún lado. El motivo de no irse a ningún lado, era que ella comprendió, que era la única que quedaba para proteger la casa, que tanto habia amado su esposo, “y si alguien me viera que salgo con mis maletas de viaje,hubieran podido creer que me estaba yendo definitvamente y no iba a regresar y hubiera podido perder la casa, porque casa que se queda vacia, casa que se agarra el gobierno”.

Entonces, se para delante de la cámara y nos dice, “les voy a enseñar la casa, pasen”. De pronto estamos delante de un “hall” enorme, en el centro hay una mesa antigua de madera increblemente bella, toda tallada. Con un tremendo florero en el medio con rosas artificiales. Probablemente, pense yo, cuando la familia tenia dinero, las rosas eran verdaderas. Luego la sigue la cámamara hacia la sala, también encontramos muebles viejos, pero que debieron ser finisimos cuando eran nuevos, en una esquina, hay un piano donde la hermana del esposo, probablemente, tocaba el piano en las tardes. En la mesita de la sala hay otro ramo de flores artificiales. Las paredes se estan descascarando, quizas porque nadie las ha pintado por años.

De la sala salimos a un jardin, quizas en los buenos tiempos, el jardin tenia cesped, flores y árboles, ahora sólo había árboles y maleza. Volvemos a la sala, y seguimos a la señora hasta la cocina. Es una cocina enorme, pienso que, probablemente, en los buenos tiempos, trabajaban la cocinera, el mayordomo y la doncella preparando los alimentos diarios, ó los bocaditos para las fiestas. La refrigeradora es vieja, la cocina también, posibles modelos de los años 50.

Llegamos a la oficina del esposo, allí vemos un escritorio enorme, y estantes con muchos libros, también hay una fotografia de ella y su esposo, y ella nos dice, “esta fué la última fotografia que nos tomamos, antes que el muriera” (estan sentaditos agarraditos de la mano).
Por fin se despide de nosotros y nos dice “en esta casa nació, creció y murio mi esposo, el amaba esta casa. Ahora vivo yo en ella y estoy presa”.

Apagué la tele y me metí en mi cama, no pude dormir, estaba preocupada por esa señora, quizas ese video es de hace varios años atrás y ella ya murió, y el gobierno confiscó su casa. O quizas ella todavia está viva, viviendo una vida solitaria, en esa casa de recuerdos, cuidando la casa que tanto amó su esposo.

lunes, 11 de junio de 2018

La Princesa Calva



Este el otro cuento que yo inventé para contarle a mi hija cuando era chiquita, 'lo he tenido en mi cabeza por casi 40 años.

Hace muchisimos años, habia un reino muy lejano que se llamaba “El Reino de los Arco Iris”, se llamaba así, porque todos los días del año, salia un arco iris para adornar su cielo. Era un país feliz, porque nunca habian tenido guerras, tenian un buen Rey y una Reina muy bondadosa. Sin embargo, a pesar que el Rey y la reina eran felices les hacia faltaba un hijito para completar su felicidad. Un buen día, despúes de casi 10 años de casados, la Reina le avisó a su esposo que iban a tener un bebé. El Rey estaba tan contento que mandó tocar las campanas de todas las Iglesias, para que todo el mundo supiera la buena noticia.

Y asi, les nació una nenita preciosa, a la que le pusieron el nombre de Linda Flor, era una nenita muy juguetona y sonriente, sus papás estaban chochos con ella y todo la gente del reino se alegraba de verla cuando sus papás la sacaban a pasear en su cochecito, por el parque que rodeaba el palacio donde vivian. Linda Flor fué creciendo y con ella su belleza, era una niña muy linda, tenia pelo rubio que su mamá, le cepillaba todos los dias para que brille como el sol.

El problema fué, que a medida que Linda Flor crecia, y toda la gente le decia lo linda que era, ella se fué creyendo que era la chica más linda del reino y del mundo entero. El día que cumplió 15 años, los papás de Linda Flor le dijeron que iban a hacer una gran fiesta en su honor, y que iban a invitar a todos los chicos y chicas del reino a su fiesta. También dijeron que para que no hubiera chicas ó chicos que no tuvieran trajes de fiesta, les iban a comprar a todas las chicas un traje igualito al de la princesa y a los chicos un traje de principe, azul con adornos dorados parecido a los trajes que usaba el Rey cuando era jovencito. Cuando Linda Flor escucho la noticia le dió la pataleta “No, gritaba, yo soy la dueña del cumpleaños y soy la Princesa, yo no me voy a vestir igual que las otras chicas!” Pero sus papas le dijeron “si no quieres la fiesta, no importa, no te la celebraremos”, Linda Flor queria la fiesta, no sólo porque era su cumpleaños, si no porque queria que todos le admiren su belleza. Nadie, se habia dado cuenta – hasta ese momento – que Linda Flor se habia convertido en una vanidosa, creida de sí misma. Como el vestido de la princesa iba a ser el mismo que todas las chicas invitadas, entonces ella le pidió a su mamá que le preste a su peluquera, para que le haga un peinado precioso. La peluquera de la reina vino y al ver el pelo rubio tan lindo que la princesa tenia, le dijo “Su majestad, porque no se deja usted el pelo suelto, tiene una cabellera tan bonita que todos se van a quedar admirados de su belleza”. Entonces, Linda Flor empezó a gritar “Mamá, tu peluquera no quiere peinarme. Dile que me haga un peinado precioso”. La peluquera no tuvo más remedioque hacerle un peinado, aún pensando que mejor le hubiera quedado su pelo suelto
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Y llegaron los invitados las chicas vestidas como princesas y los muchachos como principes. El gran salon estaba adornado con muchas flores, en el comedor habian mesas y mesas llenas de sandwiches, dulces, tortas y pasteles, todo se veia riquísimo. Entonces, empezó la musica y muchos de los chicos, corrieron a sacar a bailar a la princesa que estaba muy bonita. Pasaron las horas y la fiesta se acabó, todos estaban muy contentos porque la fiesta fué muy alegre y habian bailado y comido mucho y estaban muy cansados.

Cuando subió a su cuarto, Linda Flor estaba enojada, “¿Hija, que te pasa, acaso no te divertiste en tu fiesta?” le pregnto su mamá. “No me divertí nada, todos los invitados eran unos tontos, nadie se fijo en mi peinado, y como todas teniamos el mismo vestido, tampoco me admiraron nada” dijo enojada Linda Flor. Su mamá escuchaba hablar a su hija, pensando “que necia se ha vuelto mi niña, ella que de pequeñita era tan buena, ahora es una engreida vanidosa” y se fué a su habitación para hablar con su esposo. El rey escucho a su esposa y le dijo “Creo que tenemos un problema con esa niña, vamos a ver como la hacemos cambiar”.

Al día siguente, el Rey mandó llamar a su prima que era una hada del bosque, y le dijo “Necesito tu ayuda, querida prima, mi hija cuando era pequeña era buena y educada, ahora que es una adolecente, se ha vuelto malcriada, vanidosa y egoista, podrias ayudarnos a bajarle los humos a esta niña?” El hada se sonrió y le dijo, "Muchas veces pasa esto, cuando engreimos a nuestros hijos y no les pedimos nada a cambio” El Rey pregunto “¿Como que? por favor dime”. El hada dijo “Como pedirle a los hijos que sean respetuosos con todo el mundo, que ayuden en algo, ó a alguien, que sean compasivos, que no crean que se lo merecen todo, ya tendrás una idea en lo que han fallado ustedes, ¿verdad"? El rey le contestó, “tienes mucha razón, prima. Ahora necesito que me dés un remedio rápido para mejorar esta situación.El hada estirando su mano le entregó una plumita y le dijo “Esta noche, cuando tu hija esté durmiento, pásale esta plumita por el pelo”. Lo que vá a pasar es temporal asi que no te asustes. El resto se vá a arreglar solo ”, se dieron un abrazo y el hada se fué.

El Rey le habló a su esposa y ambos esperaron la noche para pasarle la plumita por el pelo de la princesa. Y así lo hicieron. Al día siguiente se despertaron con un grito de Linda Flor que se escuchó por todo el palacio. Ambos padres salieron corriendo.“¿Que me ha pasado?" gritaba la princesita, estoy horrible sin pelo”, buaaaa, lloraba. Sus padres se hicieron los que estaban alarmados, pero Linda Flor ni se dió cuenta. Estaba enojadísima, y daba de gritos como una loca. El rey abrazó a su hija y le dijo, “ya todo esto pasará, hija, calmate. Le voy a pedir al medico un calmate para que te calmes un poco”. “No, grito la princesa, no quiero que nadie me vea tan fea como estoy, me quiero ir de este palacio, no quiero que nadie me vea”. Su papá, le pregunto ¿y donde quieres irte?” “Mandame a nuestra casa de campo en el bosque, pero no me quiero quedar en la casa grande, que me arreglen una de las casitas de los empleados”.

Así fué que Linda Flor se fué a vivir a una de las casitas de los empleados de la casa de campo de sus padres. No se llevó ninguno de sus vestidos lindos que tenia, sólo se amarró un trapo en la cabeza y salió del palacio en pijama. Cuando llegó a la casita del bosque su “nana” que la habia cuidado cuando ella era chiquita, la recibió con mucho cariño, y le dió un abrazo, y Linda Flor se puso a llorar. Al día siguiente, su nana le trajo unos vestidos que habian sido de su hija, pero lo pensó muy bien antes de llevarselos porque eran muy sencillos, de esos que usaban las campesinas del bosque.Como Linda Flor no tenia nada que ponerse, se los agradeció, mientras pensaba, “total nadie me va a ver metida en medio del bosque”.

Poco a poco, Linda Flor se fué acostumbrando a vivir en el bosque, aveces se salia a caminar y se encontraba con niños jugando con pelotas de tela porque eran muy pobres para tener pelotas de verdad. Asi que le envió a su mamá una nota que por favor le enviara pelotas y juguetes para sus amiguitos. Y su mamá le envió una caja llena de muñecas y pelotas y otros juguetes para los niños, amiguitos de su hija. Apenas llegaron los juguetes Linda Flor los empezó a repartir y se acabaron bien rápido porque cuando los chiquitos supieron que Linda Flor estaba regalando juguetes, todos los niños del pueblo vecino vinieron también. Como sus amigutos estaban vestidos cn ropitas viejas y algunas les quedaban chicas, ella volvió a pedirle a su mamá que le enviaar ropitas para sus amiguitos y la reina le envió como 10 cajas llenas de ropita para los niños, desde bebitos hasta 14 años. Cuando Linda Flor les aviso a sus amiguitos que les tenia ropita para todos, vinieron corriendo, y también vinieron las mamás con sus bebitos y todos se fueron con su ropita nueva muy contentos.

Otro día, Linda Flor acompañó a su nana a visitar a una amiga que estaba muy enferma, era una viejecita que vivia muy lejos para ver al doctor y cada día se ponia peor, asi que Linda Flor volvió a enviarle una nota a su mamá, que necesitaba que enviaran unos médico y unas enfermeras y que podian instalar un hospital en la casa grande del bosque. Entonces, Rey envió a uno de sus Ministros y un montón de trabajadores y cambiaron la casa del bosque en un hospital. Que contenta estaba Linda Flor de ver que sus amigos y sus familias ahora tenian un hospital donde podrian ir a curarse cuando estaban enfermos. La primera paciente del hospital fué la viejecita amiga de su nana.

Con todo lo que estaba haciendo para ayudar a sus amigos del bosque, casi se habia olvidado que no tenia pelo. Ese dia ella conoció a un joven muy simpatico, que no era guapo, pero tenia una sonrisa muy bonita que le gusto a Linda Flor y se hicieron amigos. Cuando el muchacho le preguntó su nombre y ella dijo Linda Flor, el muchacho le dijo que era un soldado que habia venido de su cuartel a visitar a sus padres. Sabes, le dijo el, "tienes el mismo nombre que la princesa” y ella se puso rojita porque no queria que el supiera que ella era la princesa. Otro dia, su nuevo amigo que se llamaba Andrés, le preguntó. “¿Porque te amarras la cabeza con ese pañuelo, acaso no tienes pelo?” Y ella salió corriendo llorando. Andrés corrió detras de ella y le pidió perdón. “No queria ofenderte, le dijo, no importa si no tienes pelo, tienes un buen corazón y eres muy bondadosa, eso es más importante que una cabeza llena de pelos. Linda Flor se empezó a reir y entre risas y lágrimas caminaron hacia la casa de Linda flor.

Ya habian pasado casi 10 meses desde que Linda Flor abandonó su palacio, y sus padres querian verla, asi que un día se presentaron en la casita donde vivia Linda Flor. Que felices se pusieron sus padres y ella de volver a verse. Linda Flor les contó que tenia muchos amigos, grandes y chiquitos, también les pidió que deberían de hacer escuelas en sitios tan lejanos como el bosque. Los papás de la princesa, casi no la reconocian, habia cambiado nuevamente a ser una chica bondadosa y dulce, estaban tan felices. También les presentó a su amigo Andrés, como era muy simpatico, les cayó muy bien a los Reyes. Esa noche la nana preparó una cena muy rica y los reyes comieron con su hija, la nana y Andrés que tenia que volver a su cuartel.

Al día siguiente cuando Linda Flor se despertó, se dió cuenta que debajo de su trapo de la cabeza le salian unos pelitos rubios, entonces se acercó al espejo, se quito el trapo y vió que su pelo le estaba creciendo. Asi que se fué corriendo adonde sus padres para darles la buena noticia. Los reyes estaban muy contentos, “ahora podrás regresar al palacio con nosotros”, le dijeron, pero ella les dijo que “todavia no se queria regresar porque habia muchas cosas que hacer en el bosque”.

Linda Flor se quedó trabajando en el bosque, hizo más escuelas, parques con juegos para los niñós. Casas para cuidar viejecitos y niños huerfanos. Estuvo tan ocupada que no se habia dado cuenta que habian pasado más de 6 meses. En eso regresó Andrés del cuartel, cuando se vieron Linda Flor y Andrés se abrazaron y se dieron un beso. Ella le tuvo que contar que ella era la princesa, el ya lo sabia porque los papás de Linda Flor se lo dijeron la noche que comieron juntos. Entonces Linda Flor pensó que ya era hora de regresar al palacio porque ella y Andrés querian casarse.

Fué una boda muy linda. Invitaron a todos sus amigos del bosque. Ella se escogió un vestido muy sencillo y Andrés se veia muy guapo con su uniforme de soldado. Fueron muy felices, tuvieron 3 hermosos hijos y nunca se olvidaron que siempre hay que ayudar a quien lo necesite, ya sea si eres un Rey ó simplemente un soldado.

miércoles, 6 de junio de 2018

Cuando yo era chiquita


Hoy me desperté pensando en cuando era chiquita, lo estoy escribiendo porque me gustaría que lo leyera mi hija y se los contára a mis nietos, que no hablan, ni leen castellano.

Generalmente todos pensamos que nuestro ayer fué mejor, sobretodo el tiempo que fuimos pequeños nos parece lindo, porque en ese tiempo nuestra única obligación era ser obedientes, no hacer mucha bulla, no pelearse con los hermanos ó hermanas, y finalmente la más dificil de todas para mi, comer toda la comida que nos ponian delante.

No recuerdo cuando nació mi hermana Mali, nos llevamos únicamente un año y medio, asi que casi, casi crecimos como melliza. Sin embargo, si me acuerdo cuando nació mi hermana Elsa. Viviamos en Jesús Maria, en una casa que era tan bonita, que hasta ahora podría dibujarla, cuarto por cuarto. Mi hermana Elsa nació el mismo día en que mi hermano cumplió 10 años. Ese dia, nadie se acordó de el porque mi mamá se demoró todo el día para dar a luz. Como a todos sus hijos, mi mamá dió a luz en nuestra casa, asistida por una señora de ojos verdes que se llamaba Deborah. Yo tenia 4 años, me acuerdo de todo tan clarito. Mi hermana Elsa era tan chirriquitita, y tenia un montón de pelo que se le paraba en su cabecita, tambien me acuerdo que cuando la ví pense que tenia la nariz chata. En ese entones, la cigüeña traía a los bebes, asi que no sabia que la pobre habia salido de la barriga de mi mamá, por un canal bien apretado.

Mi mamá siempre fué una mamá dedicada a sus hijos, para ella eramos sus pollitos y nos cuidaba como si fueramos delicados huevitos. Nuestros padres nos daban amor a manos llenas. Mi padre cuando llegaba del trabajo, mientras leia su periodico, nos dejaba que le hicieramos rulitos en su cabeza, y como tenia el pelo ondulado, los rulitos salian bien lindos. También jugabamos un juego bien tonto, pero que nos hacia reirnos a carcajadas. Nos poníamos una toalla en la cabeza y nos ibamos donde mi papi y le deciamos “soy la señora del cerro”, entonces mi papá nos preguntaba ¿señora y que come en el cerro? y nosotras contestabamos “papa con papa”, a veces contestabamos “carne con carne”, ó cualquier otra comida, pero siempre era duplicada, nunca se nos ocurrio decir por ejemplo, “arroz con carne”, creo que ese era el chiste del juego. Sin embargo, mi hermana Elsa, que era la más atrevida, una vez dijo que la Sra. de los cerros, comia "caquita con caquita y moco con moco"

Mi mami me decia que, como yo siempre era la última en terminar de comer, era una vaquita vieja demorona. Todo el mundo me ganaba comiendo, sin embargo cuando empecé a volar, se me acabó el problema, porque comiamos entre servicios, asi que a comer rápido, muchas veces estabamos aterrizando y todavia estabamos recogiendo bandejas. ¡Jajaja, ahora cuando como, yo le gano a todo el mundo!

Nunca nos falto nada, sin embargo, a pesar que la situación de nuestra familia era bastante holgada, nunca tuvimos demasiado tampoco. Mis padres eran austeros. En la navidad Papá Noél nos traia un balde y su lampita para la playa, quizas una nueva muñequita y también un juego de té, que en entonces los hacian de porcelana y se nos rompian. Para nuestros cumpleaños, tambien era igual, un juguete que nosotros mismos pediamos y chau. Cuando empezamos a ir al colegio, nos hacian una fiestecita con sandwiches, pastelitos, chocolate caliente, gelatinas y una torta para soplar nuestras velas. Era una época austera, no porque no tuvieramos, sino porque era la forma que eramos los peruanos en ese tiempo. Los regalitos de cumpleaños que nos regalabamos entre las amiguitas generalmente eran un pañuelito bordado ó con blonditas, también nos regalabamos, libros de pintar, cajas de colores marca “Mongol”, una vez una amiguita me regaló un prendedorcito que tenia una estrella dorada con sus rayos que tenia escrito “Que ella te guíe”. Lo llevé prendido en mis abrigos por años.

Hablando de abrigos, nos vestian a las 3 chicas igualitas, toda la ropa que mis papás nos compraban eran multiplicadas por tres. El problema era para mi hermana Elsa que como era la más chiquita, siempre tenia el mismo abrigo por largo tiempo, porque cuando yo crecia, el mio se lo pasaban a Mali, y el de Mali pasaba a Elsa, asi que un día me acuerdo que se quejó llorando “Asi no vale, el abrigo de Pochi se lo pasan a Mali, y el de Mali me lo dan a mi, y luego Pochi y Mali tienen abrigos nuevos yo sigo usando el abrigo viejo de Mali y luego el abrigo viejo de Pochi, todo porque soy la más chica”. Pobrecita tenia razón. Pero al menos el de ella se lo regalaban a una chiquita pobre.

En cuanto a los zapatos, cada una tenia 3 pares de zapatos, uno para el colegio, otro para salir a la calle y otro par para jugar .En los veranos nos compraban sandalias

También me acuerdo que mi mamá nos hacia unos mandilitos, para que no ensuciemos nuestra ropa, siempre eran del mismo modelo, con bobos y blondas en los hombros y una pretina que en la parte de atrás se convertía en cinturón para amarrarse con otro lazo. Eramos puro lazos, porque en ese entonces peinaban a las chicas con tremendos lazos. Teniamos tantos lazos en la cabeza,y en la ropa, que pareciamos mariposas listas para salir volando.

Me acuerdo también que en las tarde de invierno, mi mamá nos hacia avena con chocolate, mucho tiempo después, eso era lo que yo me preparaba en Caracas cuando me sentia sola, era para mi, en ese tiempo, lo que los gringos llaman “confort food”. Luego se los he preparado a mi hija cuando era chiquita y a mis nietos, a todos nos gusta!

Cuando nos mandaron internas al Beata Imelda, los sábados a medio día que saliamos, llegabamos a la casa y encontrabamos que Elsa se habia adueñado de todos nuestros juguetes, como se habia quedado sin nosotras, se creia que era hija única, asi que cuando llegabamos nosotras, le daba la pataleta de compartir a nuestros padres y la casa entera con nosotras. Estaba tan engreida que, cuando nos sentabamos a la mesa a comer, y la mirabamos, se ponía a llorar “porque la estabamos mirando” (y no lo van a creer, mi mama nos pedia que por favor no miraramos a nuestra hermanita). Nosotros nos vengabamos de ella, jugando entre nosotras y no jugabamos con ella, entonces ella iba llorando donde mi mamá para que la dejemos jugar con nosotras.

Hablando de jugar, cuando no estabamos internas, en las tardes nos saliamos a la calle a jugar con nuestras amiguitas y jugabamos a la ronda, a las estatuas, al anillo perdido (Aqui la perdi, aqui la encontré). La pasabamos tan divertidas, aveces sacabamos a nuestras muñequitas y jugabamos a las mamás. En ese entonces los chicos jugaban al “Estaba don Juan” y nosotras lo aprendimos también y teniamos nuestra piedrita. También pintabamos “mundos” en la acera y saltabamos como grillos, nos buscabamos piedras chatas que al tirarlas no rebotaran.

De vez en cuando nos enfermabamos, y para entretenernos, porque no habia TV, mi mamá nos prestaba su catálogo de Sears y también los albumes de fotografias. No era tan malo enfermarse, el problema era que cuando uno caía, caíamos uno por uno ¡todos! sarapión, varicela, tos convulsiva, lo único que nunca nos dió fué paperas.

A mi padre le encantaba llevarnos al circo, la primera vez que fuimos yo tendria como 5 años y vi como un payaso le pegaba a un enanito, con esos palos que, probablemente no duelen pero hacen un montón de bulla, y el enanito cayo al suelo y dijo mi papa que yo grité “el payaso mató al enanito” y me desmayé. Otra vez nos llevo al bombero torero, y alli ví que le metieron a un toro unas varillas é inmediatamente le salió sangre y otra vez, me desmayé, demás está decirles que desde esa vez, me vacuné contra los toros, que crueldad! Otra vez, jugando a la casita con las sábanas que estaban cambiando, la chica del servicio me pisó un dedo de mi mano y nuevamente me volvi a desmayar. Mis hermanas me tomaban el pelo y cuando se enojaban conmigo me decian “Ay, la desmayada”. Gracias a Dios, la desmayadera se me fué pasando, hasta hace poco que me he desmayado 3 veces por que me deshidráto. Pero he aprendido mi lección y ahora tengo unas botellotas de agua en mi cuarto, y en la cocina y como son tan grandes de inmediato las veo y me sirvo un vaso de agua.

También me acuerdo que mi papa nos llevó a ver el patinaje en hielo, que lindo patinaban, que linda la musica y los vestidos. Muchos años despué, en la ciudad de Mexico, todas las chicas de nuestra tripulación nos fuimos a patinar en hielo, yo me acordaba lo lindo que vi patinar a los gringos cuando era chiquita, jajaja, es super dificil, no creo que podiamos dar un paso sin caernos. Luego cuando que aprendimos alguito, podiamos avanzar poquito a poco, pero entonces los tobillos nos dolian a diablos. Cuando regresamos al hotel nos dolian los tobillos y las sentaderas, felizmente teniamos otro día más de estadia para recuperarnos.

Cuantos recuerdos, y si se dán cuenta, nuestra vida era linda porque nos sentiamos amados por nuestros padres, y porque nunca nos llenaron de cosas, ni de juguetes, ni de ropa, todo lo que nos dieron fué suficiente y razonable. Me dan pena los chicos modernos que demandan, ya no piden, y lo peor es sus padres les dán todo, como si fuera obligación de darles y darles. Ahora los chicos ya no van al circo, ahora van a ver a Ariana Grande a $200.00 por persona. Ya no salen a la calle a jugar con sus amigos, tampoco leen, la moda de hoy es ser exclavos de sus teléfonos celulares. ¡Que pena!