Ya les he contado que vivimos en un condominio, las casas estan desparramadas por conjuntos y entre los conjuntos hay jardines, y en ellos siempre veiamos un gatito pelirrojo, de pelo largo, con su cola frondosa. Era un gato bien bonito, pero, probablemente porque su dieta no era la adecuada, su peluche no era brillante. No tenia collar de identidad, por lo que asumimos que no tenia dueño y que era vagabundo. Nos daba risa porque cuando nos saliamos a caminar, el nos seguía y si lo mirabamos, el también nos miraba y nos decia “miau”, lo que demostraba que era un gato bien sociable. Mi hermana y yo siempre hablabamos de el porque era un gato bien simpatico y nos daba pena que no tuviera casa. Asi que un día que siguió a mi hermana, se dejó cargar y mi hermana lo metió en la casa. Le pusimos de nombre “Frankie”.
Frankie se acomodó bien en nuestra casa, no le tenia miedo a nuestros dos perros, los cuales ni le dieron bola, porque yo como yo tenia dos gatitos, ellos ya estaban acostumbrados a ellos. Por otro lado, nuestros perros tampoco le tenian miedo a Frankie, asi que el trato era no darse bola mutuamente. El cariño que le dimos todos, especialmente mi hermana, más la buena comida, pronto le puso a Frankie su pelaje brillante, era tan guapo que deciamos que era el Brad Pit de los gatos. Y también era todo un “conquistador”, nos buscaba para ponerse “romantico” y que le hicieramos cariño, si nos sentabamos a leer, el se sentaba con nosotros, y esperaba que lo acariciaramos. Muchas veces nos visitaba en nuestras habitaciones y se subia a nuestras camas y ronrroneaba cuando le haciamos cariño, era todo un “ladies cat”.
Pero Frankie habia probado la calle y no podia olvidarla, aprendió a escuchar el timbre de nuestra casa, y esa era su “clave” para salirse de la casa tan pronto abriamos la puerta. Al principio saliamos detras de el para traerlo a casa enseguida, pero el se corria de nosotros, como diciendo “dejenme ser libre aunque sea por un ratito”. Y se iba (quizas a visitar a sus amigos los gatos del vecindario, para que lo vean que ahora tenia casa y que era todo un señor gato de familia). Una vez estaba tan desesperado por irse a la calle, que no esperó que abrieramos la puerta, se fué a mi cuarto que tenia el balcón abierto y se tiró del segundo piso al primeroy y se fué. Aveces regresaba después de rato, otras regresaba después de horas. Muchas veces regresaba en la madrugada y empezaba a maullar en la puerta de la casa para que le abrieramos y por supuesto, saliamos corriendo a abrirle la puerta porque estabamos esperandole ansiosamente y preocupadas. Un dia una vecina conocida de mi hermana, al ver que estabamos buscando a Frankie. Le pregunto, tu gato es pelirrojo y bien bonito. Si, dijo mi hermana y ella le contó que Frankie hacia asamblea de gatos en su jardin, asi que cada vez que lo veia, llamaba a mi hermana para decirle que Frankie estaba en su jardin, y nosotras ibamos por el.
En una oportunidad, mi hermana paseando a sus perros, se encontró un gatito chiquitito de apenas unas semanas de nacido. Seguramente el gatito se aventuró y se perdió. Asi que se lo trajo a la casa, mi hermana lo bautizo en el nombre de “Nino”, apenas vio Frankie a Nino, como que se le abrió el instinto paternal, lo cuidaba como si fuera su hijito. Mi hermana le compro comidita y una leche especial para gatitos porque según dicen acá, la leche de vaca les cae mal a los gatitos (pensar que cuando viviamos en Lima, siempre les dabamos leche de vaca a nuestros gatos y ellos felices se tomaban su lechita). Asi que Frankie se convirtió en papá de Nino, ambos dormian juntitos, comian juntitos, era lindo verlos. Pero ser papá, no le quitó a Frankie su ansia de volver a la calle, y se seguía escapando. Una vez, no volvió en varios días, pensabamos que algo le abría pasado y efectivamente, era invierno y las noches pasadas a la interperie, enfermaron a Frankie, mi hermana lo llevó al veterinario que dijo estaba con una infección en las vias respiratorias. Pasó varios días en hospital veterinario, cuando regresó a casa estaba flaco y roñoso. Le dieron un montón de medicinas y hasta unas comidas de lata especiales con vitaminas. Frankie tardó en recuperarse, pero salió airoso y poco a poco volvió a ser el gato romantico de siempre y orgulloso papá de Nino.
Nunca supimos cuantos años tenia Frankie, calculabamos que tenia unos 5 años, quizas tenia muchos más, Frankie empezo a decaer, pensabamos que nuevamente tenia la infección en las vias respiratorias y mi hermana lo llevo al veterinario. Resulta que Frankie tenia un corazón enorme que le estaba fallando, nuevamene termino en el hospital veterinario. De alli todo fué cuesta abajo, estaba tan debil que si veia la puerta abierta, ya nisiquiera pensaba en salirse para la calle. Pobre Frankie, para que no sufriera más tuvimos que llevarlo al veterinario para que le pongan una injección y acabe con sus sufrimientos. Murió en los brazos de mi hermana en su último suspiro, se dió el lujo de estar ronrroneando.
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