sábado, 16 de enero de 2016

Edith Stein (Sor Teresa Benedicta de la Cruz)

Esta es una de mis santas favoritas, la admiro porque Dios la llamo tres veces y ella acepto las invitaciones, aun cuando la ultima invitacion fue para que ella se fuera al cielo en la forma mas terrible. A grandes razgos esta es su historia.

Edith nacio en Breslau, Alemania el 12 de octubre de 1891, ella era una de los once hijos de una devota familia judia, sus padres tenian un negocio maderero, y vivian modestamente. La abuelita era el corazon de la familia y de ella aprendiron a respetar a sus padres, honrar su religion no solo creyendo en Dios, sino asistiendo a su sinagoga los sabado y ayudando a los pobres. Su papa murio muy pronto, a los 48 anos, y la Sra. Stein tuvo que tomar las riendas del negocio y criar a sus hijos a la misma vez. Para ese entonces la Sra. Stein, no solo habia enterrado a su esposo sino tambien a 4 de sus hijos.

Cuando Edith termino sus estudio primarios, decidio estudiar Latin y matematicas. Desde el principio quedo fascinada con el Latin, pero no tanto con las matematicas. En ese tiempo nisiquiera sabia que el lenguaje de la Iglesia Catolica era el Latin.

Edith empezo sus estudios universitarios en el ano 1911 en la Universidad de Breslau, estudiando psicologia. Sin embargo su entusiasmo quedo truncado cuando en sus clases el espiritu y el alma no solo no se mencionaban, sino que aparentemente para la psicologia, estas no existian, solo y estaban basadas en la percepcion individual de quien estudiaba esta ciencia.

En el cuarto semestre de sus estudios de psicologia, Edith decidio cambiar de Universidad y se inscribio en la Universidad de Husserl en Gottingen para estudiar filosofia. Este cambio de universidades y de estudios sorprendio a su familia, sobretodo porque la familia muchas veces se veia corta de dinero para pagar los gastos universitarios de tantos hijos. Gracias a Dios un tio adinerado, sin hijos, tomo bajo su tutela los gastos de su hermana Erna quien decidio estudiar medicina. La Sra. Stein aprobo el cambio diciendole a su hija, “si este cambio es necesario para tus estudios, que asi sea, nadie si no tu para juzgar lo que mas te conviene” sin embargo, la Sra. Stein veia que su hija estaba cambiando.
A pesar que Edith seguia acompanando a su mama y sus hermanos a la sinagoga, en su corazon sabia que Edith se estaba volviendo una liberal.

El cambio de Universidad fue una alegria para Edith, la Filosofia era lo que ella estaba buscando, progresaba tan rapidamente que no solo llego a ser la primera de su clase, sino que uno de sus maestros la nombro su asistente. Tenia muchas amigos, entre ellos una pareja, los Reinach, que habian nacido judios y se habian convertido en Luteranos, esta joven pareja la invitaban a su casa y ella pasaba lindos momentos con ellos y sus hijitos. Entonces llego la primera Guerra Mundial, y en sus vacaciones Edith y muchos de sus companeros de Universidad se hicieron voluntarios en un hospital militar ayudando a las enfermeras, lavando heridas, haciendo camas. Al final de la guerra Edith recibio una conderacion en reconocimiento de sus servicios tan desinteresadamente desempenados.

Un dia caminado por el centro de la ciudad, paso por una iglesia catolica y esta estaba abierta, vio entrar en ella a una anciana que llevaba sus bolsas del mercado, se pregunto a si misma que clase de iglesia es esta que esta abierta cualquier dia de semana, nuestra sinagoga solo abre los sabados. Siguio a la anciana y la vio arrrodillarse y rezar devotamente, habia bastante gente hacienda lo mismo que la anciana. Edith salio intrigada, nunca le habia rezado tan intimamente a Dios en su sinagoga. Pienso que esta fue la primera llamada de nuestro Senor Jesus a su hija Edith.

Al regresar a la Universidad supo que su amigo Adolf Reinach habia muerto en una batalla, esto la lleno de tristeza y fue de inmediato a visitar a su viuda. La encontro resignada y tranquila, con esa tranquilidad que solo la fe en Dios otorga. Esta resignacion dejo a Edith desorientada, como si estuviera viviendo en otro mundo. En lugar de estar destruida, la joven viuda, era la que ofrecia consuelo y paz a los que habian venido a consolarla. Posteriormente, Edith le conto a su amigo el sacerdote jesuita, Padre Hirschmann que “la paz de su amiga le habia abrierto los ojos a una verdad de fe que solo el poder de la Cruz podia dar'. Por primera vez veia la iglesia nacida del sufrimiento de nuestro Senor aparecer triunfante ante la muerte “. Se sentia atraida a la Iglesia Catolica, empezo a leer todo lo que podia encontrar acerca del catolisismo Teresa de Avila, Santo Tomas de Aquinas, San Juan de la Cruz, mas leia y mas se convencia que ella queria ser catolica, pero como hacerlo sin herir a su madre y sus hermanos, la unica que la hubiera comprendido hubiera sido su abuelita, pero esta ya habia muerto, asi que confio en su hermana Rosa. Cuando regresaba a casa en sus vacaciones se levantaba temprano para ir a misa y estar de regreso antes que nadie se hubiera levantado, pero el sexto sentido de su madre, ya se lo presentia. Edith se convertio al catolisismo a pesar de la oposicion de su familia. Rosa, su hermana, tambien estaba pensando convertirse al catolisismo, sin embargo, demoro su conversion para no herir a su mama.

Desde el dia de su conversion, Edith empezo a vestirse modestamente, era como si fuera una monjita dentro de la Universidad, ayudaba en instituciones de caridad, a la vez que estudiaba y sobresalia en sus clases de filosofia, graduandose con altos honores, ya antes de graduarse era conocida por sus escritos y empezo a ser invitada a las conferencias de filosofia dentro del mundo universitario. Sin embargo cuando mas se hacia conocer como filosofa, mayor era su deseo de ingresar en un convento para servir al Senor. Asi que se presento al convento de las monjas Carmelitas, quienes la recibieron con los brazos abiertos. Su nombre catolico era ahora, Sor Teresa Benedicta de la Cruz. Su vocacion para religiosa, fue la segunda llamada del Senor a Edith.

En 1933, el gobierno de Hitler empezo a cerrarles el paso a los judios, en las universidades donde ella habia estudiado, los alumnos alemanes apedreaban a los alumnos judios, Edith no dejaba de preocuparse por la seguridad de su familia y de todos los de su raza, a los cuales Hitler perseguia sin tomar en cuenta que ellos tambien eran alemanes. Cuando las cosas empezaron a ponerse peor y los judios empezaon a ser enviados a campos de concentracion, la mama de Edith ya habia muerto, Dios la llamo para que no viera la destruction de su famiia, ya que escasamente quedaron vivos tres de sus hijos mientras todos los demas fueron sacrificados.

Cuando la Superiora del convento de Edith supo que estaban buscando a todos los judios, inclusive a los que se habian convertido al catolisismo, la enviaron a ella y a su hermana Rosa, que ya tambien se habia vuelto catolica, al convento de la orden Carmelita en Holanda, era la unica forma de salvarles la vida, sin embargo la mano de Hitler las encontro en Holanda y las dos hermanas terminaron en Auschwitz, el infame campo de concentracion. Algunos de los pocos sobrevivientes de este campo de concentracion, posteriormente recordaron a la madre Teresa Benedicta, como una persona afable, siempre lista a ayudar, durante su corto tiempo en el campo ella cuidaba de los ninos y de los viejitos, siempre estaba de buen humor, muchas veces sacrificaba sus alimentos para darselos a los mas necesitados. El dia que vinieron a recoger a los judios bautizados, ella y a su hermana Rosa estaban listas, cuando los otros prisioneros les preguntaron si podian hacer algo por ella, Sor Teresa les contesto, “estamos con Dios que mas podemos pedir”, su hermana se puso muy nerviosa y empezo llorar, entonces Sor Teresa Benedicta, tomo de la mano a su hermanay le dijo “vamos, tenemos que morir con nuestros hermanos”. De todos los prisioneros en la seccion donde estaban, solo seis se salvaron, todos los demas fueron llamados por nombre uno a uno, Sor Teresa y su hermana Rosa inclusive. Esa fue la tercera llamada que Dios le hizo a Edith, a morir como una martir y ella acepto humildemente.

El Papa Juan Pablo II nombro Santa a Sor Teresa Benedicta de la Cruz el 11 de octubre de 1998. Su fiesta se celebra en esa misma fecha.

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