En la TV del estado, todos los lunes pasan un programa que se llama “Historias desde el escenario”. Se trata de personas comunes y corrientes que se suben a un escenario a contar sus historias, generalmente son chistosas, otras son experiencias de trabajo, ú otras cosas que ocurren en el seno de la familia, etc.
Anoche pasaron la historia de una joven pelirroja, de unos 25 años, ella nos contó que cuando su mejor amiga se enfermó, esta le contó que necesitaba un riñón, que no habia nadie de su familia compatible con ella, asi que se habia resignado a morirse simplemente.
Esto mortificó enormemente a la joven pelirroja, y esa noche casi no pudo dormir pensando en su amiga. A la mañana siguiente, lo primero que hizo fué llamar a su amiga y decirle “yo voy a ser tu donante, no quiero que te mueras amiga”. Entonces empezaron los exámenes para ver si ella era compatible con su amiga. Desgraciadamente, no lo era, ambas lloraron en el consultorio del doctor. Entonces el médico les contó que hay un programa de donaciones de órganos, en el cual una persona hace su donación en nombre de la persona que necesita el organo, y entra en una lista en la cual podrian encontrar una persona compatible con su amiga.
Asi que ella se apuntó en la lista de donantes y esperaron que alguien de esa lista le donen un riñón a su amiga. Luego de varios días les avisaron que ya tenian el riñón para su amiga, por lo tanto la pelirroja tenia que donarle el suyo a otra persona de esa lista.
Dijo la joven “hasta ese momento todo eran planes, pero ahora ya todo era diferente, ahora todo era de verdad, yo tenia que donar mi riñón para alguien a quien no conocía en nombre de mi amiga, y la verdad es que estaba petrificada de miedo. Pensaba, ¿y si me salgo muriendo mientras me sacan el riñón?, pero sabia que tenia que hacerlo para salvar la vida de su amiga.” Y le sacaron un riñón.
Al día siguiente el doctor vino a verla y le contó que gracias a su donación 8 personas habian conseguido un riñón. Como vera, le dijo, usted empezó esta cadena de amor a su prójimo”.
Todos los presentes la aplaudieron y ella terminó su relato, contándonos que hasta ese día, habian sido 52 personas las que habian conseguido la donación de un riñón por la cadena de amor al prójimo que ella empezo. ¡La gente se paró para aplaudirla!
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