II. Memorias de una "Flight Hostess" de APSA por Gladys Carcovich
El DC6
Nuestro DC6 era viejito, sin embargo yo me sentia segura en el, los viajes eran larguisimos, nos dabamos el lujo de decirnos las unas a las otras, "tu si quieres descansa esta semana hasta Panama". Por otro lado, el sentido de seguridad nunca lo perdi porque nuestros pilotos eran unos tromes, ya sea en el DC6 como en el Convair 990. Los mejores del mundo.
Tengo dos historias que contarles sucedidas en el DC6, la primera me toco en mi primer viaje a La Paz, llevabamos unos 30 pasajeros, pero no sabiamos que entre ellos llevabamos al ex-Presidente de Bolivia, El Dr. Victor Paz Estensoro, que habia vivido exilado en Lima, luego que fuera derrocado en 1964. Aparentemente, su exilio acabo y decidio regresar a su pais y volo en APSA. El DC6 volo como una maravilla, durante todo el viaje nos hicieron que chuparamos unas pastillas (creo que era Valeriana) para preparnos a la altura que ibamos a encontrar en el aeropuerto "El Alto" (nombre que no podia ser mas adecuado, porque esta en la cumbre de una montana, para llegar a La Paz uno tiene que bajar esa montan, que por cierto me han contado que ya no se baja por la carretera sino por medio de un modern funicular.
El viaje de Lima a La Paz es fascinante, estoy segura que la belleza del trecho que se
veia se debia a la altura en la que volabamos, en un jet no hubiera sido lo mismo. Pasamos valles verdes donde, a alturas tremendas, se veian chositas solitarias con sus animalitos pastanto. Me acuerdo que al ver la soledad de las chositas me decia a mi misma, "como que Papa Dios los puso alli, y ellos no se dieron cuenta que habia otra gente y un mundo enorme con carros y edificios en el otro lado de su valle". Tambien pense, "como hara esta gentecita si un nino se les enferma si estan tan lejos de la civilizacion".
Por fin llegamos a La Paz, practicamente no bajamos los 15,000 pies de altura a la cual volabamos, solo entramos en una especie de pasillo lunar (completamente cubierto de nieve) y paramos. Abrieron la puerta y yo baje a despedir a nuestros pasajeros, de pronto vi una multitud de gente que corria hacia nosotros, Dios mio quienes son esa gente?, me pregunte, y sin pensarlo dos veces me subi las escaleras corriendo y casi me muero, me quede sin aire y el capitan me llevo al cockpit y me dio oxigeno.
El gentio era nada menos que los partidaris del Presidente Paz Estensoro que venian a recibirlo y se lo llevaron en hombros. La gente de la estacion de El Alto era bien carinosa, nos invitaban empanadas caldudas que eran riquisimas. A decir verdad, en todas las estaciones que tenia APSA, nos engreian y todos eran nuestros amigos.
La otra historia que tengo del DC6 es mas complicada e inexplicable. Saliamos de Mexico hacia Tegucigalpa, teniamos como 45 pasajeros de los cuales como 20 eran gitanos, hombres y mujeres que se iban a Honduras. Una vez que decolamos, una viejita le dijo a una de mis companeras "si quieres que te lea la suerte, trae tu dinero y ven" . Por supuesto las tres queriamos que nos lean la suerte y fuimos una por una.
A la primera, la senora le dijo, "te vas a casar y a los 5 dias que te haya nacido un hijo tu esposo morira". A la segunda le dijo: "te vas a casar y tendras dos hijitas, pero te vas a divorciar". Yo fui la ultima en ir, me tomo la mano en sus manitos arrugaditas y me dijo: Vas a vivir en otros paises, no en el tuyo. Te vas a casar muy tarde. Finalmente, hija, veo mucho oro en tus manos". Mientras esperabamos a nuestros pasajeros de Tegucigalpa, tuvimos tiempo de contarnos lo que nos habia dicho la senora gitana. Cuando nuestra companera nos conto lo de la muerte de su esposo al nacimiento de su primer hijo, se me puso la carne de gallina, al final llegamos al acuerdo que la que salio mejor parada fui yo.. Por mi parte, cuando la gitana me dijo que viviria en el extranjero pense "si ando viajando de aqui para alla, claro que no vivo en mi pais". Tenia 24 anos en ese entonces, asi que mi calculo de que iba a “casarme tarde” fue como a los 38 anos (jaja). En cuanto al "oro en mis manos" Honduras es un pais pobre, posiblemente el oro que vio fueron los dolares que he ganado mientras he trabajado en Venezuela y luego los Estados Unidios, que han debido ser una fortuna al cambio de su moneda nacional el Lempira.
Lo mas triste de todo es que, en el caso de mi companera No.1, todo salio como lo dijo la gitana, el esposo de mi amiga murio a los dias del nacimiento de su primer hijo. No se si le salieron verdad los vaticinios que la gitana le dio a la companera No.2 porque se caso y no volvi a verla mas. En cuanto a mi, todo me ha salido como ella dijo, vivi 13 anos en Venezuela, y llevo 30 en California. Ya soy una vieja y no me he casado (y seria una loca si me casara a mi edad). En cuanto a mi oro ya les di la explicacion arriba, es una question de cambio monetario.
A raiz del resultado de estos vaticinios y la precision con la que fueron hechos, empece a buscar libros que me dieran una respuesta a algo tan imposible de aceptar, hasta que encontre un libro de Parasicologia del padre Gonzalez Quevedo, segun el, las personas que dicen leer la suerte y lo hacen acertadamente, son "receptores" de lo que nuestro subconciente les transmite, ya que nuestro subconciente sabe de antemano cual sera nuestro destino. Los otros, que dicen que leen y no aciertan nada, son simplemente unos charlatanes.
Para acabar con una nota un poco mas alegre, les contare otra cosa que nos paso en el DC6. Paramos en Panama rumbo a Miami. Bajaron los pasajeros y los capitanes, nosotras acomodamos la cabina, chequeamos banos, conversamos un poco y por fin nos avisaron que venian los pasajeros. primero subieron los pasajeros en transito, luego los pasajeros locales. Contamos los pasajeros, todo estaba en orden, cerraron la puerta y sacaron la escalera. Dimos el discurso de bienvenida y esperamos, y esperamos y esperamos. Al cabo de unos 30 minutos, pusieron la escalera nuevamente, abrieron la puerta y entro al avion el Capitan con la cara rojita de verguenza. Nadie dijo nada (pero hasta ahora cuando me acuerdo me rio)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario