sábado, 25 de abril de 2020

Desde mi balcón



Tengo en mi cuarto un sillón donde me siento para rezar, leer, escuchar mi musica y tejer. Desde mi sillón puedo ver mi balcón con mis macetas con flores y también veo mi helecho que los pajaritos "me alquilan" para poner sus niditos en la primavera.

Hoy vi a mi segunda inquilina, pararse y dar unos pasitos y estirarse. Luego de un ratito volvió a su nidito a seguir dándole abrigo a sus huevitos. Ahí caí, en que las pajaritas son las mejores mamás del mundo, pasarse todo el tiempo sentaditas en sus niditos abrigando a sus huevitos, con las patitas dobladas, no debe ser muy cómodo para ellas, y sin embargo, lo hacen cada añó igual.

Y conste que no les quito mérito alguno a las madres humanas y a las otras madres mamíferas del reino animal, que tienen que llevar a sus bebitos en la barriga. Como ustedes saben, yo soy mamá por "control remoto" (adoptiva) por lo que mi vientre nunca ha sido ocupado. Pero, por lo que me han contado mis hermanas, a los 7, 8 y 9 meses, estás tan acostumbrada a llevar contigo una panza pesada, que ya ni te acuerdas cuando tu barriga era chatita. Por ejemplo, mi cuñada, Sue, sufrió de varices en sus 3 barrigas, asi que no sólo le pesaban sus bebitos, sino que tambien sufrió con sus piernas con varices. Y que valiente que fué, tener 2 bebes más, despúes de la primera hija, sabiendo que le esperaban más varices con cada uno de ellos.

Creo que nunca llegaré a saber, la magnitud del amor de las madres, y de los padres, cuando se trata del amor que les tienen a sus hijos, no sólo nos dan la vida, sino que, mientras estan vivos, nos dan su amor incondicional, se sacrifican por nosotros en todas formas, y aún viejecitos, como mi mamá que tenia 104 años y todavia se preocupaba por nosotros sus hijos viejos, sus nietos, sus bisnietos y hasta por sus dos tataranietitos, que gracias a Dios llegó a conocer antes de irse al cielo.

En la época del Coronavirus, no hay papel higiénico y tampoco pañales desechables



Antes de adoptar a mi hija, mi mami vino a visitarme a Caracas y ambas nos fuimos a la Isla Margarita, que era en ese tiempo "Puerto Libre" y nos volvimos locas comprando todo para mi bebe (no sabia que iba a ser niño ó niña), con el consejo de mi mami, compré 5 docenas de pañales de tela. Y que bien me sirvieron.

Tenia un tremendo valde a la que le ponia agua jabonosa y allí metia mis pañales luego que los habia enjuagado de la pipí y del púpu. cuando llegaba de mi trabajo, lavaba mis pañales y recogia los del día anterior que habian estado colgados secandose.

Después de darle de comer a mi hija, bañarla y ponerle su pijamita, ella se dormia y yo ponia mi tabla de planchar y planchaba mi lote de pañales. Los planchaba porque secaba los pañales en un balcón cerrado en la parte posterior de mi apartamento, donde tenia mi lavadora. Quizas, (como mamá nueva) era un poco taranbana, porque me daba tanto orgullo ver los pañalitos de mi hija blanquitos y recien planchados al ponerlos en el cajon de su escaparate.

En unas vacaciones, fuimos mi hija (de 10 meses) y yo a San Francisco a visitar a mi hermano y su familia. Claro está, que yo lleve mi tanda de pañales, a lo que mi cuñada al verlos me dijo "Pochi acá venden pañales desechables, creo que seria mejor comprarle uno o dos paquetes, para que tu no tengas que estar lavando nada." (que buena idea pensé). Y los fuimos a comprar. En realidad fué una horrible idea, mi hija uso un pañal de esos para dormir y al otro dia estaba escaldada, rojita y lloraba y lloraba. Asi que la lave, le puse una crema para bebes escaldados y le puso uno de los pañales de tela que habiamos traido. Pobre mi hijita, como lloraba cuando la cambiaba, gracias a Dios que con sus pañalitos de tela mejoró rápido.

Ahora que el mundo está lleno de pañales desechables, y tambien los basureros está llenos de ellos, me alegro que crié a mi hija con pañales de tela. Lo único que gastamos fué agua y jabón. Luego que aprendió a pedir ir al baño, los regalamos, y otro bebe los usó.
Muchas veces veo niñitos como de 3 años con pañales, quizas sus padres trabajan, y ellos cansados, prefieren seguir co,mprando pañales, que enseñarles a pedir ir al baño. Mi hermana Mali tenia un remedio perfecto para que aprendan a pedir ir al baño sus hijos, los vestia sólo de la cintura para arriba, de la cintura para abajo los tenia "calatos". Aprendian en dos ó tre dias. ¡Santo remedio!
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