Mi mamá era como una antorcha en nuestras vidas, iluminaba nuestra familia con su inmenso amor, su alegria de vivir y sus cantos. Era valiente y aguerrida, a lo único que le tenia miedo es que les pasara algo a sus queridos hijos, al resto se enfrentaba valientemente, siempre con tenacidad y optimismo.
Cuando yo tenia 14 años, y estudiaba en un internado en Texas, tuve un sueño terrible, que mi papá venia y nos decia a mis hermanas y a mi, “su mamá ha muerto”. La pena intensa que senti, nunca me la he olvidado y me he pasado todos estos años temiendo de volver a sentir ese vacio, esa desesperación de saber que mi mamá se habia muerto. Como todas las personas, he tenido momentos alegres y momentos tristes, pero en los momentos tristes que he vivido, nunca he sentido esa soledad, ese sufrimieto que experimenté en mi sueño, nisiquiera cuando mi papa murió y mi hermana Elsa llamó a Caracas, para avisarme. Recuerdo que a media noche sonó el teléfono y era mi hermana. Al saber la noticia lloré y luego que colgué segui llorando de tristeza, pero no era nada parecido a lo que senti en el sueño cuando yo tenia 14 años. Me acuerdo que mi hija que sólo tenia 4 añitos, vino corriendo de su cuarto y me preguntó “¿porque lloras mami?” y yo respondí, “porque mi papá se ha muerto”, entonces ella me abrazó y con su manito me palmeaba la espalda y me decia “ya pasó mami, ya pasó”, imitando lo que yo le decia cuando se golpeaba y se hacia una yayita.
El domingo 20 de enero, murió mi mamá a las 7:15 de la mañana, yo estaba en pijama, lloré en la ducha, senti una gran tristeza, pero no esa desesperación que cargue por tantos años temiendo que volvería a sentir cuando mi mamá se muriera de verdad. Quizas haya sido porque después de cuidar de ella 6 años, cada dia se ponia peor.
Cuando empezamos a cuidarla, mi mamá nos conversaba, nos contaba sus telenovelas, que veia todos los dias, leia sus revistas, Vanidades, Selecciones, y rezaba con sus libros de oraciones. Pero poco a poco, al paso que la demencia avanzaba en su cabecita, dejó de ver la tele, dejó de leer, seguia rezando pero sólo su rosario, la lectura ya no le interesaba, poco a poco la antorcha brillante que luminaba nuestra familia, se fué apagando, hasta que se convirtió, en una velita de cumpleaños que apena nos daba luz.
Desgraciadamente su demencia avanzaba más rápido de lo que nos imaginabamos, después del desayuno la sentabamos en la sala en su sillón favorito y alli se pasaba los dias, calladita, mirando al infinito. Yo me sentaba junto a ella todas las tardes. Aveces, tenia que hacer algo en la cocina o en mi cuarto y la escuchaba gritarme “mamá, mamá” y yo iba corriendo, “¿que pasa mami, necesitas algo?” y me contestaba, “solo queria verte”. entonces yo me paraba al estilo modelo, me daba una vuelta y le decia “tan-ta-tan aqui estoy”, y medio que se sonreia.
Mientras tanto, nosotras la cuidabamos, todos los dias de acuerdo a lo que ella estaba acostumbrada cuando estaba sana. Nunca vi a mi madre mal vestida, ella amanecia bañadita, con su ropa bonita, con su collar de perlas, y con sus tacos, asi la veiamos cuando eramos chicas todos los días y asi la mantuvimos mientras nosotras la cuidamos. Fué una mujer bien bonita de joven y bien linda de viejecita.
Antes que dejara de hablar, creo que se acordaba de tantas telenovelas que vió en su vida y nos decia unas historias tristes como por ejemplo: “¿Sra.usted cree que yo podria quedarme en esta casa a dormir? Todos mis hijos se han muerto y yo vivo en la calle y hace mucho frio afuera”. Otra veces nos pedia plata prestada para tomar su colectivo en la Avenida Arequipa é irse a su casa de Miraflores. Una vez que vino mi hermana Cecilia, le preguntó “¿Y tu quien eres? Entonces Cecilia le dijo, “soy tu hija mamacita” y mi mami le contesto “y nadie me lo ha dicho, ¿ahora es que entero?” Al paso del tiempo paró de hablar, cuando nos queria hablar, no entendiamos lo que queria decirnos, se veia que le costaba trabajo poner sus ideas en palabras.
Un dia que que Elsa habia salido al mercado y yo me quedé sola con ella, yo estaba en la cocina preparandole su almuerzo, aparentemente, ella se paró de su sillón y al querer volver a sentarse se cayó sentada al suelo, entonces empezó a gritar, bien clarito “auxilio, socorro”, asi que salí corriendo a ver que pasaba y ella estaba sentada en el suelo delante de su sillón. Trate de levantarla, pero no pude, asi que le dije “Mami, esperemos que venga Elsa y entre las dos te vamos a levantar”, y volvi a la cocina y mi mami seguia gritando “auxilio, socorro”. Volvi a la sala y le dije “mamacita ahorita llega Elsa por favor no te desesperes” y me dijo también muy clarito “¿es que en este sitio, no hay encargados que me levanten?’ “Mami esta es nuestra casa, sólo somos tu, Elsa y yo”. Esa fué la ultima vez que habló bien. Desde ese dia sólo señalaba. de comer, sólo se tomaba su sopa y su platano que comia a diario.
El sábado 13 de enero, dejó de comer, su médico dijo que era normal al final de su vida que dejara de comer. El sabado 19 de enero, le trajimos al padre para que le dé los Santos Oleos. El domingo estaba postrada en su cama durmiento, no se despertó nunca más, habia durado 8 dias sin comer, apenas nos recibia 3 cucharaditas de agua de vez en cuando. Murió pacificamente mientras dormia.
La agonía de mi madre, sin ella saberlo, nos junto a todos sus hijos, no es que estuvieramos distanciados, sino que las distancias en las que vivimos son enormes, y no nos vemos a diario. Pero todos estuvimos juntos, sus hijos, sus nietos, y sus bisnietos, los únicos que no vinieron fueron sus 3 tataranietitos que tienen, 4, 3 y 1 meses de nacidos. Sus nietos y bisnietos, muchachotes grandotes lloraron por ella con gran sentimiento. Estoy segura que desde el cielo, ella vió a su familia unida y estuvo orgullosa de nosotros. ¡Descansa en paz mamita querida!
M.
martes, 29 de enero de 2019
lunes, 28 de enero de 2019
El pastor
Hace poco leí en el diario “Los Angeles Times” una historia bien interesante, sobre un señor peruano que desde hace 20 años ha sido pastor de una rebaño de cabras que el cuida para la ciudad de Laguna Beach. Esta es una comunidad de personas adineradas que viven en una especie de bosque en casas que cuestan una millonada de dólares, y el propósito de tener un rebaño de cabras es que estas se coman toda la maleza que generalmente crean incendios. ¡Hasta ahora, las cabritas han sido efectivas!
El nombre de este señor, nacido en Huancayo, es Agotilio Moreno. Acá debo contarles que los pastores peruanos son famosos en los Estados Unidos, no sólo porque saben cuidar de sus rebaños, son honrados, super decentes, y sobretodo son, aparente, los únicos que aceptan una visa que les dá tres años de trabajo contínuo, sin que puedan regresar a su país a ver a su familia, es decir los únicos “super valientes” que aceptan tres años de soledad. Mientras el vé a sus cabritas todos los días, sólo puede a ver a su esposa y sus tres hijas por 3 meses después de cada 3 años.
El Sr. Moreno cuenta que cuando nacieron las mellizas, éstas nacieron prematuras y tuvieron que quedarse en el hospital en incubadoras. Esto les costó un montón de dinero, por lo que el decidió venirse de pastor para poder pagar sus deudas, mantener a su familia y darle una buena educación a sus hijas. La esposa del Sr. Moreno Alejandrina y sus hijas Kelly de 27 años, y las mellizas Yesely y Yadina de 21 años viven todavia en Huancayo, el llama a su familia dos o tres veces a la semana. Contó también que la primera vez que regresó al Perú, sus hijas, que eran chiquititas en ese entonces, ni lo reconocian, y que les tomó casi un mes para que se acostumbren a la idea que el era su papá. Al pasar del tiempo, su sacrificio de soledad le ha dado la oportunidad de comprarles una casa y darle una carrera a sus hijas en una Universidad privada
En los 20 años que el Sr. Moreno ha trabajado en Laguna Beach, los vecinos han llegado a tomarle una gran estima y cariño, no sólo por su don de gentes y su dedicación a su trabajo, cuidando a sus cabrita y a su fiel perro, sino porque haciendo su humilde tarea, por 20 años ha salvado a esa comunidad de los incendios que acosan a las otras comunidades de California. El Sr. Moreno encierra por las noches a su rebaño mediante una cerca eléctrica portatil que funciona a pilas, y lleva a sus cabritas por las 13 zonas de la urbanización, cuidando que las cabras no se metan en los jardines de las casas y asegurandose que sus animalitos solo se coman la malesa de cada zona.
En el año 2017 tuvo que regresar de emergencia para cuidar de su esposa que estaba con cancer. “ Generalmente no me hubieran dado permiso para regresar, pero se trataba de una emergencia. Con el apoyo de la comunidad de Laguna Beach, logró el permiso. Mientras tanto al saber su problema, la Sra. Kim Duensing hizo una campaña para ayudarle a pagar su viaje y 239 personas colectaron la suma de $26,900 dólares. “Nunca me imagine que toda esa gente me ayudaría en el peor momento de mi vida. Hasta ahora me preguntan por mi esposa cuando me ven, y me traen comida y hasta me han regalado una frazada. Hay gente de todas las naciones en esta comunidad y agradezco mi buena suerte de haber venido a trabajar en este sitio. He sido muy afortunado”.
Después de haber trabajado 20 años en Laguna Beach, cuenta el Sr. Moreno que lo visitan gente que nunca ha visto y que lo conocen por su nombre. Muchos vienen a hacerle cariño a las cabritas. Especialmente, vienen a buscar a William que es la cabra que recibe más atención. Todo el mundo en Laguna tiene una cabra preferida, Muchos traen a sus niños para que las vean, sobretodo los abuelitos traen a sus nietecitos. El Sr. Ray Lardie encargado de supervisar el trabajo de las cabras, dice que muchos de los vecinos lo llaman para saber por donde andan ellas comiendo malezas y el les dice donde y les encarga que traigan zanahorias que son las preferidas de las cabras. Según el Sr. Lardie, este programa de tener cabras para evitar incendios empezó en 1993, seis meses antes que hubiera un incendio donde se quemaron 400 casas. La ciudad renta el rebaño de una empresa llamada “Indacochea Sheep Ranch”. El trabajo consiste en chequear que los animalitos esten bien, y el pastor chequea que no haya culebras, y corta de antemano ramas que tengan espinas, para que llas cabras no se hagan daño. Según el Sr. Lardie dice “ Agotilio, debe ser medio cabrito, porque entiende super bien a sus animalitos y justo sabe donde llevarlas, muchas veces éstas rompen las rejas que el les pone y su fiel perro “Shandu” las trae de vuelta. La tarea más dificil de todo es que cabras se coman la maleza y no los jardines de las casonas elegantes. El Sr. Moreno dice que “pongo mucha atención cuando hago mi trabajoá.
En las noches el Sr. Moreno duerme en un trailer que estaciona cerca de donde duerme su rebaño, “es un cambio de mi casa del Perú que es de adobe”, dice. “Pero mi trailer es bastante cómodo y abrigadito.
La temporada de trabajo de las cabras terminará pronto, entonces los dueños de las cabras las llevaran a su rancho, donde el Sr. Moreno las seguirá cuidando hasta que vuelvan a regresar a Laguna Beach en marzo, cuando la maleza vuelva a crecer. Cuando el Sr. Moreno llego a los Estados Unidos vino con 7 otros pastores peruanos. El único que todavia trabaja de pastor es el. Por otro lado,cuando el Sr. Moreno se va a su tierra por 3 meses de vacaciones luego de 3 años de trabajo, su hermano viene a reemplazarlo.
“La gente de Laguna quiere a Agotillo, asi que sus jefes lo envian con su rebaño todo el tiempo”, dice el Sr. Lardie. Mientras tanto el Sr. Moreno está planeando una visita al Perú para las próximas Navidades. Cuando regrese a Laguna se quedará por sólo un tiempo, ya que una de sus hijas terminará su carrera universitaria y el esta ansioso de estar con su familia. “Es un poco duro para mi, dice el Sr. Moreno, dejar mi trabajo después de tantos años. Veo este sitio como mi propio pueblo y por supuesto lo voy a extrañar”.
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