Una historia para el Año Nuevo

Una historia para el Año Nuevo

Cuando Julita y Marcos se casaron, sus respectivos padres les regalaron un apartamento en El Cafetal, el trabajaba de Contador en la empresa Price Waterhouse, y tenia un muy buen sueldo, ella era maestra de un kinder, pero, dejó su trabajo cuando quedó en cinta de Marquitos, todo les iba de maravilla, hasta que Chavez entro al poder y empezo a destruir a Venezuela como todos sabemos. Los padres de Julita estaban preocupados porque tenian una fábrica de sabanas y toallas, y temian que Chavez se las embargue, como habia hecho con muchas otras fábricas. Al principio Chavez no los tocó, pero luego vinieron unos inspectores a ver sus libros de cuentas, y “recomendaron” que bajaran sus listas de precios de sus productos de acuerdo al “standard” del Comandante Chavez. Asi que con el dolor de su corazón vendieron su negocio perdiendo dinero y planearon su viaje a Miami, donde vivia uno de sus hijos. Cuando Julita supo que sus padres se iban del país, lloro y lloro, “somos una familia, debemos estar juntos” les decia, y los padres contestaban “si no nos vamos nos vamos a comer el dinero que hemos sacado de la venta de la fábrica y ya estamos viejos para pasar pobrezas” asi que tambien vendiero su casa y se fueron del país.

Al poco tiempo Marcos perdió su empleo cuando Price Waterhouse decidió irse de Venezuela. Asi que el y tres compañeros de trabajo, decidieron abrir una empresa de contaduría, semejante a la Price Waterhouse, sólo que sería venezolana. Muchos de sus antiguos clientes se quedaron con ellos y el negocio no iba tan mal, pero la politica de Chavez, siguió cerrando empresas y pronto se vieron con un número mínimo de clientes y empezaron a tener problemas económicos.

Marquitos ya tenia 9 años y era un niño muy inteligente y de buen carácter. Sus padres estaban muy orgullosos de el, y también muy preocupados porque las cosas en Venezuela no iban tan bien ni economicamente, ni politicamente. Entonces se murio Chavez y el pueblo acatando las órdenes del difunto, voto en las elecciones a favor de Maduro y las cosas empezaron a empeorar. Faltaba comida, la luz se iba a cada rato, poco a poco Venezuela se caia a pedazos, los animales del zoologico empezaron a morirse de hambre, las colas para comprar alimentos eran cada vez más largas, los supermercados estaban vacios de mercancia. Su apartamento, estaba en el primer piso, asi que tenian un patio bastante amplio. Un día Julita le pidió a su esposo que le ponga en el balcón unos maceteros, igualmente en el patio, donde tenian un fregadero, “ponme otros maceteros grandes acá también”, le dijo. Marcos compró unas tablas y le construyo unos maceteros que llenó de una buena tierra. Ese fué el comienzo del huerto de Julita, todavia se conseguian semillas en el mercado y sembró tomates, lechugas, zanahorias, cebollines, en los maceteros del balcón, sembró papas en los maceteros del patio “esta familia no se vá a morir de hambre” se dijo asi misma.Sus plantitas de vegetales salieron bastante bien, pero las papas no crecieron, entonces se Julita se dijo a si misma ”las papas no son oriudas de climas calientes, quizas en los Andes, si, pero acá en Caracas no, mejor sembraré yucas o maíz”, y asi lo hizo, su maíz creció lindo, le dió bastantes jojotos (choclos) lo mismo sus yucas.

Cierto día encontró una auyama (zapallo) pequeña y la compró, con la idea de sacar las semillas para su huerto. Todo lo que llegaba a encontrar en el abasto, que tenia semillas, se lo compraba para probar si podian crecer en sus maceteros.

Un día Julita se encontró con una vecina que le dijo ¿”Julita, tengo medio paquete de Harina Pan, te hago un trueque, que tienes para cambiarme? Orgullosa Julita le dijo, tengo tomates, lechugas, cebollines y muy pronto tendré jojotos y yucas ¿que necesitas? La vecina asombrada, le preguntó “¿de donde consigues esas verduras?” “De mi huerto” contestó Julita., asi que le cambió la media bolsa de Harina Pan por 4 tomates, una lechuga y varias ramitas de cebollín. En base a este “trueque” decidieron conversar con sus vecinas y empezar un trueque entre ellas. Todas las vecinas estaban entusiasmadas con el trueque, se juntaban todos los lunes, después que los maridos y los hijos se iban al trabajo y a la escuela. Siempre habia algo que cambiar, por más poquito que sea, era una oportunidad de juntarse y conversar y darse las quejas las unos a las otras de la terrible situación por las que estaban pasando las familias de Venezuela.

Un lunes, vino Marcela, una joven que estaba en cinta de su primer bebé, les pidió si alguien sabia donde conseguir lana ,ó pabilo para hacerle a su nené una cobijita. “he buscado por todos lados, no encuentro ni lana ni pabilo. Es el colmo que no pueda tejerle nada a mi bebé.” Entonces, Julita le ofreció una cobijita que su madre le habia tejido a Marquitos cuando nació, la cobijita ya cumplió su tarea. penso. “Yo te la puedo dar para tu bebé, y si no te gusta, desatala y la vuelves a tejer de acuerdo a tu gusto. Como no sabiamos que Marquitos iba a ser un niño, mi mamá le tejió la cobijita de color blanco, turquesa y amarillo, quedó bien bonita.” Y Julita le regaló a su amiga la cobijita.

A medida que pasaba el tiempo y los trueques, esas mujeres se convirtieron en grandes amigas, Julita habia salido con su marido camino a Maracay en busca de dos gallinitas para que Marquitos comiera huevos. Marcos nuevamente le hizo una jaula, las gallinitas se paseaban por el patio durante el día y en la tardecita, Julita las metia en su corral. El trueque estaba funcionando, quizas era una tacita de aceite, o una barrita de mantequilla, ó algunas cucharadas de harina. Todas salian intercambiando algo cada semana. Quizas no lo sabian entonces, pero habian empezado una amistad que duraría toda la vida, quizas algún día, cuando pasaran los años y las angustias, y se iban a acordar de esos tiempos de penurias y sacrificios, y le agradecerán a Dios el haber tenido ese grupo de amigas que gracias a su inventiva y perspicacia, juntas habian sobrevivido los malos tiempos.

Desde que Marquitos habia hecho su primera comunión, Julita y su hijo se arrodillaban y rezaban para que Venezuela se liberara del tirano. Un día Marquitos le preguntó a su mamá“¿Mami, tu crees que Dios nos escucha, somos tantos en el mundo que a lo mejor no se dá tiempo en el día para escucharnos a todos?” Julita, pensando como contestarle le dijo “el tiempo de Dios es diferente a nuestro tiempo, El nos escucha todos los días cuando rezamos, quizas no somos muchos, en Venezuela, los que rezamos, por eso se está demorando un poco en ayudarnos. Los rezos son poderosos y entre todos podemos hacer que Dios nos atienda pronto. Tu vas a ver”.

Esa noche Julita le contó de las dudas que tenia Marquitos acerca del poder de la oración, su esposo no le dió mucha importancia, le dijo” Julita, Marquitos sólo tiene 9 años, es todavia un niño para darse cuenta de las cosas. Julita le pregunto, “¿Marcos tu rezas?, “claro que rezo, dijo Marcos, rezo los domingos cuando vamos a misa, ¿y sabes donde rezo más? En mi carro a la ida el trabajo y al regreso, cuando veo a esa gente caminando con ese letargo que dá la angustia. Antes los venezolanos caminabamos “cantando” tenian un ritmo para caminar, que si les cantabas una salsa, le ponias el ritmo a sus pasos, ahora ya no caminamos con ritmo, ya no tienemos esperanzas, ni entusiasmo para nada, es como si fueramos muertos con vida. Cuando veo a mi ciudad toda descuidada, sucia, basuras en las esquinas, rezo, le pido a Dios que nos perdone. Cuando nuestra Venezuela era rica, y teniamos de todo, eramos unos engreidos, al menos yo tomaba mi trabajo y mi buen sueldo como si me lo hubiera otorgado yo mismo, nunca le dije “Gracias Dios mío por tanta generosidad para conmigo y mi familia. Sabia que habian pobres pero nunca hice nada por ellos, y me gastaba el dinero en estupideces, DVD, Play Station, ropa cara, auto del añó. Que ironia Julita, dijo, Ahora que todos somos pobres, nadie nos ayuda tampoco. Si sólo, ahora, que no tenemos nada, pudieramos comernos el Play Station. Lo peor de todo es que nisiquiera sabemos que hacer, muchas veces quisiera que nos llamen a la calle a matar o a que nos maten, para liberar nuestro pais de este maldito régimen, entonces, pienso que nisiquiera tenemos cuchillos filudos en esta casa, para defendernos ó para matar a algún desgraciado, de esos que andan en motocicleta. ¿sabes cual es el arma más mortal que tenemos en esta casa? ¡El bate de beisbol de Marquitos, que es un bate de niño, nisiquiera tenemos nada para defendernos! Calmate mi amor, le dijo Julita a su marido, Dios nos hará el milagro, ahora que todos somos pobres en este país, de nuestra Venezuela vencida y humillada, saldrá una Venezuela nueva. más justa y equitativa. Y se abrazadron por un largo tiempo. Estaban perdiendolo todo, pero seguian amandose.

Esa noche Marquitos tuvo un sueño, se despertó con una voz que lo llamaba “Marquitos, despiertate hijo mio, abrió sus ojitos y vio a una señora, sentada en un sillón con un bebé en sus faldas. ¿sabes quien soy yo?, le pregunto, “si se quien es usted señora, usted es la Virgen de Coromoto, mi mama tiene una “foto” suya encima de su cama”. “Me alegra mucho que sepas quien soy” le dijo la Virgen. “Marquitos, hijo, quiero pedirte un favor, necesito que veas al padre Gonzalez y le digas que necesito que mis hijos venezolanos recen mucho por la libertad de su patria. Dile que necesito que todas las iglesias del pais, dediquen una hora diaria para que los feligreses escuchen la misa y recen el rosario.“ “Si Virgencita, le dijo Marquitos, le voy a decir a mi mamá que me lleve a la iglesia para hablar con el padre Gonzalez. Pero…¿y si no me cree?” “Te voy a decir un secreto, sólo se lo podrás decir al padre, y únicamente si no te cree. Pero no se lo puedes decir a nadie más. Le susurró el secreto y le dijo “Aprendete el secreto para que no te lo olvides”. Se acerco hacia el niño y tocandole la cabecita, le dijo “Yo te bendigo, hijito mío”, y desaparecio.

Al día siguiente, Marquito se despertó y llamando a su mamá, le dijo “Mami tuve un sueño incredible anoche, la Virgen Maria estuvo en mi cuarto y me dijo que vea al padre Gonzalez, de nuestra parroquia, y le pida que en cada iglesia del país, los “feliz greses“ dediquen una hora para escuchar una misa especial y rezar un rosario por Venezuela. Que todos tenemos que rezar para que la gente mala se vaya y seamos libres. Por favor mami llevame a la iglesia”. Julita no sabia que pensar, “¡Marquitos, ese fué un sueño, no podemos ir a molestar al padre por un sueño!”. “Mami, por favor que tengo que darle el mensaje de la Virgen, ella me lo pidió” Julita preguntó “¿Y como sabes que era la Virgen María?” “ Porque era la misma Virgen de la foto que tienes en tu cuarto.” contestó Marquitos, el pobre niño estaba tan preocupado, que ella acepto llevarlo a donde el padre Gonzalez, quizas el padre entendería que aveces los niños creen que sus sueños son de verdad. Asi que lo llevo.
Al llegar a la iglesia el padre Gonzalez estaba rezando frente al altar mayor, entonces, Marquitos, corrió a hablarle y le dijo “Padre, anoche soñé con la Virgen de Coromoto y me dió un mensaje para usted. El padre Gonzalez sorprendido le pregunto “¿que fue lo que te dijo, hijo, dime”. “Me dijo que quiere que todas las parroquias del pais ofrezcan una misa diaria y un rosario por Venezuela, y que todos los “feliz greses” recen para que nuestro pais sea libre. También me dijo que usted tiene que hablar con el Obispo” .“Que bonito sueño tuviste hijo mio, pero sólo fue un sueño ¡no puedo molestar al Obispo por un sueño! “Padre, dijo el niño, usted tiene que creerme, la Virgen me dijo un secreto para que se lo diga si usted no me creia”. “¿Cual es el secreto?, dímelo hijo” y Marquitos acercandose al padre le susurro al oido el secreto de la Virgen al padre Gonzalez “Yo soy Maria, la amada hija de Dios, la madre del Hijo y esposa del Espiritu Santo”. Al escuchar el secreto el padre Gonzalez cayo de rodillas y grito “¡Bendito sea Dios!” Julita estaba tan sorprendida, y emocionada, que le dijo a Marquitos, “¿de que secreto estas hablando hijo?” “No te lo puedo decir, dijo Marquitos, sólo se lo puedo decir al padre, ella me lo pidió asi”.

Ese mismo día el padre Gonzalez pidió una audiencia con el Obispo para darle el mensaje de la Virgen. Cuando el padre Gonzalez le dijo al Obispo el secreto de la Virgen al Obispo, este se persigno y pidió ver al niño. Al otro día el padre Gonzalez le pidió a Julita que fueran ella y Marquitos a la parroquia que el Obispo necesitaba hablar con el niño. Asi que allí fueron Julita y Marquitos, el Obispo los estaba esperando “cuentamelo todo como pasó, le pidio a Marquitos y el niño le conto todo como habia pasado ,”que el sabia que la señora con el bebé era la Virgen porque su mamá tiene una “foto” de ella encima de su cama. Que era muy hermosa y su bebé era muy lindo también, que le pidió que le dé el mensaje al padre Gonzalez, que era muy importante para que Venezuela sea libre, que Dios quiere que todos los “feliz greses” recen mucho. El Obispo escuchaba a Marquitos y sabia que estaba diciendo la verdad, el sabia que el pueblo venezolano estaba sufriendo enormemente por la falta de alimentos, medicinas ,la violencia por parte del gobierno y sobretodo por la enorme inflación que sufria el país. Asi que esa misma tarde, les solitó a las parroquias del país “que dediquen una hora diaria para celebrar una misa y rezar el rosario por Venezuela, necesitamos rezar todos unidos, el poder de la oración es enorme, y es lo único que nos puede salvar de esta pesadilla por la que estamos pasando”. Y el pueblo venezolano acudio a sus templos, y todos reunidos rezaron por su Patria.

Nota: Deseo con todo mi corazón que el Nuevo año 2019, sea el año definitivo para la liberación de Venezuela. En cuanto al mensaje de la Virgen a Marquitos, tenia que ser sencillo y verdadero, pero también tenia que ser algo que un niñito de 9 años no pudiera pensarlo por sí solo, asi que tomé las palabras que nuestra Santa Madre le dijo al un profesor judio de la Universidad de Hardvard, el Dr. Roy Schoeman, a través de un sueño, y ahora ese profesor se ha convertido en católico y hace conferencias por todos los Estados Unidos.