sábado, 28 de octubre de 2017

Adios querido bebito

Cuando leí en el diario que tu mamá había venido a los Estados Unidos, ilegalmente, para hacerse un aborto, inmediatamente pense en ti, lamente no estar en Texas, donde tu mamá estaba detenida, porque me hubiera gustado invitarla a mi casa a que se pase el resto de su barriga conmigo, y revivir las barrigas de mi hija esperando a cada uno de mis nietos. Te hubiera llenado de cariño, y rodeado de atenciones, para que, como hice con mi hija, las 9 meses de barriga fueran llenos de amor, ternura, tranquilidad y esperanza para ella y sobretodo para ti mi querido niño. Si después de todo, tu mamá todavia no se hubiera quedado contigo, te hubieramos conseguido una familia que te amara y cuidara como todo niño se merece, y si no, yo así, vieja y todo, te hubiera adoptado y llenado tu vida de cariño, hubieras sido mi tercer nieto y te hubiera amado como amo a mis otros dos nietos.

Asi que desde ese dia que supe de ti, empece a rezar por ti, por tu pequeña vida que estaba en peligro. Mientras tanto, tu mamá en Texas buscaba un abogado para que pelee su derecho de abortarte, como si tu no tuvieras el derecho a la vida, como ella lo tuvo. Todos los días buscaba en el periodico, y leia que según las leyes de Texas ya estaba tu mamá muy avanzada en su maternidad, como para terminar su embarazo. Hoy, mientras llevaba, en mi carro, a mi nieto a su colegio, escuche la noticia que un juez en Texas le habia dado permiso a tu mamá para que te aborte. Di un grito de angustia y me puse a llorar, mi nieto no sabia que me pasaba, no habia escuchado las noticias de la radio, porque estaba muy ocupado con su maldito “Iphone” que no lo deja ni para ir al baño.

Asi que mi querido niño, este es un dia muy triste para mi, si sólo pudiera consolarme pensando que en algún momento de este día vas a estar con Dios, quizas en los brazos de la Virgen María. Pero lo único que veo ante mis ojos llenos de lagrimas, es tu cuerpecito destrozado por los aparatos con los cuales te sacaran del vientre de tu mama, y lloro y lloro, sin consuelo. No quiero enojarme con tu mamá, es muy joven y seguramente, no tuvo mucho cariño en su vida, ni tampoco eduación religiosa. Voy a rezar por ella, te lo prometo.

Mientras, tanto querido niñito, lloraré por ti, hasta que ya no me queden lagrimas, es lo menos que puedo hacer por ti, y por todos los otros niños que, al igual que a ti, sus mamás abortan a diario en este mundo.